1) Libro: La historia olvidada del liberalismo de Helena Rosenblatt (por Jan Doxrud)
En el presente artículo abordaremos el interesante libro de Helena Rosenblatt titulado “La historia olvidada del liberalismo: Desde la antigua Roma hasta el siglo XXI”. Rosenblatt es profesora de Historia en el Graduate Center de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Es autora de otras obras sobre Benjamin Constant y Jean Jacques Rousseau. El libro constituye una historia y, como tal, una genealogía del alabado, denostado y mal comprendido concepto de liberalismo. Como es sabido, las palabras tienen tanto un anclaje etimológico así como también histórico y, muchas veces, el concepto histórico puede desanclarse de su significado etimológico. Como ya he escrito en mis artículos sobre el lenguaje, tenemos que el análisis etimológico de una palabra ya no solamente es insuficiente, sino que de poca utilidad.
Así, la democracia actual no puede entenderse de igual manera a como se hizo hace miles de años por los griegos o los padres fundadores de los Estados Unidos en el siglo XVIII. De hecho no es necesario retroceder a la antigua Grecia, puesto que los mismos padres fundadores de Estados Unidos concebían el concepto de democracia de una manera diferente a la concepción actual. Es por ello que en la Constitución estadounidense no encontraremos la palabra democracia, puesto que lo que estaba naciendo en aquella época era la república.
En el caso de Chile, tenemos que el político e intelectual Mariano Egaña (1793-1846) escribía a su padre que la democracia era el mayor enemigo que tenía América, y profetizaba que sería no solo la causa de muchos desastres, sino que traería la completa ruina al continente. Así, para Egaña esta “furia democrática” constituía el “mayor azote de los pueblos sin experiencia y sin rectas nociones políticas”. En nuestros días, en donde la democracia ha sido transformada en una suerte de dogma que no puede ser cuestionado ni criticado, estas palabras de Egaña serían anatema.
En las actuales repúblicas representativas no tiene sentido apelar a una democracia entendida desde una óptica etimológica, “poder del pueblo”. Para llevar un ejemplo extremo tenemos que la palabra “bulimia”, desde un punto de vista etimológico” significa “hambre de buey”. Ahora bien, tenemos que el anclaje histórico de las palabras, como explicaba Giovanni Sartori, nos indica que los significados no son meras estipulaciones arbitrarias. Lo anterior se traduce en que las palabras constituyen memorias de experiencias y experimentaciones pasadas. Esto había sido advertido por John Stuart Mill, para quien la lengua constituía el depósito del volumen de experiencia acumulada de épocas pasadas, una conservadora de prácticas pasadas.
En suma, no debemos caer en el extremo opuesto y pensar que las palabras pueden significar lo que nosotros deseamos. Por ejemplo, nadie aceptaría que quien escribe defienda la idea de que el nazismo sea una ideología nacionalista que busca promover la armonía social mediante la tolerancia y el pluralismo ideológico y religioso. El lector quizás tampoco se dejaría persuadir por una definición de comunismo que señale que es una ideología basada en la propiedad privada, el libre mercado y libre funcionamiento del sistema de precios. La pregunta es ¿por qué el lector no estaría de acuerdo con lo anterior? Porque la experiencia histórica nos ha demostrado completamente lo contrario, por lo que esta sería una distorsión semántica querer resignificar el nazismo y comunismo como lo que NO es.
Como señalé, el libro de Rosenblatt es una historia del origen y evolución semántica del liberalismo. Sin duda el lector se llevará varias sorpresas al constatar como ha ido cambiado el contenido de esta palabra. Lo anterior nos previene de tener una concepción esencialista tanto del concepto de libertado así como también de liberalismo, como si tales conceptos fueran ideas platónicas independientes de la vida terrenal. No existe ningún concepto que no haya salido de cerebros humanos pertenecientes a seres humanos que vivieron en un contexto histórico determinados. En este sentido no existen derechos naturales ni divinos, ni conceptos ahistóricos como el de libertad
Este tema ya se abordó hace miles de años en el Crátilo de Platón. Me refiero a la temática de si acaso alguna denominación para cosa alguna se ha producido “por naturaleza o, por el contrario, tales denominaciones son fruto del convenio y costumbre. Crátilo defiende la idea de que existía “por naturaleza” una rectitud de la denominación para cada cosa (un argumento esgrimido para apoyar esto apelando a la etimología). En suma, existiría por naturaleza una rectitud de la denominación para cada uno de los entes y que tal denominación no sería una de carácter arbitraria. Para Sartori lo anterior era un falso dilema, puesto que resultaba algo obvio que las palabras eran convenciones (“convenire” o acordar). No obstante lo anterior, el autor advertía que lo anterior no significaba que las palabras que utilizamos eran fruto de la arbitrariedad y de un proceso caótico e irreflexivo.
Examinemos a través de la obra de Rosenblatt estos y otros temas mencionados. En la introducción, la autora señala que el término “liberalismo” es un controvertido y omnipresente en nuestro vocabulario. Por un lado es alabado y por otro lado denostado. Pero el problema es dilucidar qué es lo que este concepto significó en el momento de su nacimiento. Pero sucede que ni siquiera hoy sabemos realmente que significa liberalismo. Por ejemplo, ser liberal en Chile no es lo mismo que ser liberal en los Estados Unidos. Podemos añadir que no sabemos bien en que se diferencia el liberalismo de aquella nueva e imprecisa palabra denominada como “neoliberalismo”. Más aún, vemos que han ganado mayor protagonismo y visibilidad movimientos libertarios y anarcocapitalistas en los Estados Unidos. Así, podemos preguntarnos ¿Qué comparten aquellos movimientos con el liberalismo?
Desafortunadamente la autora no aborda el tema del neoliberalismo y solo aventura una idea que guarda relación con el cambio de contenido que el concepto de liberalismo sufrió bajo lo que denomina como la “tradición liberal angloestadounidense”. Rosenblatt afirma que tal tradición (americanización del liberalismo) que coloca los derechos individuales como idea medular, fue una construcción de mediados del siglo XX si no posterior. Es por ello que en el epilogo la autora afirma que la historia del liberalismo que relata en libro “se olvidó” debido a esta americanización del concepto de liberalismo. Pero lo más paradójico de este proceso es que estos liberales del siglo XX han tomado como ideas centrales aquellas que, en el siglo XIX, fueron utilizados por los enemigos de los liberales para criticarlos. En palabras de Rosenblatt:
“En cierto sentido, los liberales del siglo XX adoptaron de buen grado el argumento que se había empleado tradicionalmente para calumniarlos, en otras palabras, que el liberalismo era, en esencia, una filosofía individualista, cuando no egoísta”.
En virtud de esta idea central del libro, Rosenblatt hace un llamado a los liberales actuales a “reconectarse con los recursos de su tradición liberal para recuperar, comprender y asumir sus valores fundamentales”. Como veremos, el liberalismo decimonónico era uno moralista y no guardaba relación con el individualismo atomista de hoy o de que se podía construir una sociedad a partir de la suma de los intereses personales. Esta clase frases dejó ciertas dudas en quien escribe puesto que Rosenblatt parece exagerar el tema del individualismo “atomista” y el egoísmo en los liberales actuales.
En suma, es una caricatura o construir un “muñeco de paja” establecer que el liberalismo actual predica el individulismo y el egoísmo como pilares de su pensamiento. Cabe, por lo demás, aclarar que este proceso de americanización es abordado de manera superficial por la autora en el último capítulo que no sobrepasa las 15 planas. Por ende, el grueso del libro se centra en relatar y explicar en qué consistía ser liberal siglos atrás y cómo fue evolucionando el contenido ideológico de este término. En síntesis Rosenblatt afirma que el objetivo de su libro es el siguiente:
“Mi propósito en este libro no criticar o defender el liberalismo, sino determinar su significado y seguir su transformación a lo largo del tiempo. Aclaro lo que significaron los términos liberal y liberalismo para las personas que los utilizaron. Muestro cómo los liberales se definían a sí mismos y a qué se referían cuando hablaban de liberalismo. Es una historia que nunca se ha contado”.
En suma tenemos algunas ideas centrales dentro de este libro. En primer lugar que el liberalismo tiene una “prehistoria” en Roma con la figura de Cicerón. En segundo lugar, el origen del liberalismo fue la Revolución Francesa y desde allí, se diseminó a lo largo del continente europeo y fuera de este. En tercer lugar el liberalismo fue mutando su contenido con diversos episodios acontecidos en Europa, de manera que la percepción del liberalismo por parte de sus detractores y defensores también fue cambiando. Hechos centrales abordados por la autora fueron las revoluciones de 1830, 1848 y 1870.
En cuarto lugar la autora también destaca la influencia que ejercieron ciertas personalidades (no necesariamente todos liberales) como Benjamin Constant, Madame de Staël, Abraham Lincoln, el Marqués de La Fayette, Napoleón III, William Gladstone y Otto von Bismarck entre otros. Por último aborda las relaciones entre, por un lado, el liberalismo y, por el otro, la educación, el feminismo y la religión. En estos artículos abordaré los temas medulares, por lo que se sacrificarán algunos pasajes importantes, pero secundarios para efectos de la reseña. Como siempre, al final de cada artículo dejo los links de otros artículos que pueden servir de complemento y profundización sobre algunos temas.
Artículos complementarios:
(I) ¿Qué es la Libertad? (por Jan Doxrud)
(II) ¿Qué es la Libertad? La libertad socialista (por Jan Doxrud)
(III) ¿Qué es la libertad? (por Jan Doxrud)
(IV) ¿Qué es la Libertad y el Liberalismo? (por Jan Doxrud)
En busca del Neoliberalismo (1): ¿De qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)
En busca del Neoliberalismo (2): Los 13 Mandamientos (por Jan Doxrud)
En busca del Neoliberalismo (3): Más interpretaciones (por Jan Doxrud)
En busca del Neoliberalismo (4): El análisis de Michel Foucault (por Jan Doxrud)
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(I) Robert Nozick: Anarquía, Estado y Utopía (por Jan Doxrud)
III-Robert Nozick, Anarquía, Estado y Utopía, Estado y justicia distributiva (por Jan Doxrud)
IV-Robert Nozick, Anarquía, Estado y Utopía: Explotación y Envidia (por Jan D
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1) Carl Menger: reflexiones sobre la economía y su método (por Jan Doxrud)
2) Carl Menger: reflexiones sobre la economía y su método (por Jan Doxrud)
3) Carl Menger: reflexiones sobre la economía y su método (por Jan Doxrud)
4) Carl Menger: reflexiones sobre la economía y su método (por Jan Doxrud)