7/13- Rusia: de la Revolución de Febrero de 1917 a la dictadura de Octubre (por Jan Doxrud)

7/13- Rusia: de la Revolución de Febrero de 1917 a la dictadura de Octubre

Los motines se tornaron violentos, comenzaron las humillaciones hacia los oficiales, así como también los linchamientos de oficiales y altos mandos. Un caso emblemático fue el del Almirante Adrian Nepenin quien, en un último mensaje enviado por telégrafo, informaba sobre el linchamiento de oficiales. Horas después el mismo Nepenin sería asesinado, al igual que Robert Viren (1857-1917) En palabras del historiador francés, Marc Ferró:

“El diálogo era imposible entre los marineros amotinados y los oficiales; se derramó sangre y hubo 40 víctimas, entre las que estaban el almirante Nepenin, partidario, sin embargo, del nuevo régimen. El almirante Viren, en Kronstadt, murió valientemente «He vivido sirviendo  fielmente a mi zar y a mi patria. Estoy preparado. Ahora es vuestro turno: tratad de dar un sentido a vuestra vida»”.

León Trotsky se refiere a las condiciones de vida de la Marina, aquellas “cárceles de acero” donde los marinos eran encerrados por la fuerza durante varios años. Explica Trotsky que la vida de los marinos no se diferenciaba a la de un presidiario lo cual fue un factor que alimentó el odio hacia la alta oficialidad. Frente a las paupérrimas condiciones de vida de los marinos se encontraba la oficialidad que procedía en su mayoría de sectores privilegiados. En palabras de Trotsky: “Dos mundos extraños que convivían en estrecho contacto, sin perderse nunca de vista”. Por su parte Ferró destaca que el odio de los marinos hacia los oficiales sobrepasaba todo lo que se veía en otras partes.

Acorazado Imperator Aleksandr III.

Acorazado Imperator Aleksandr III.

En virtud de lo anterior, Pipes afirma que, de tener que  fijar la fecha en la que se dio inicio la Revolución de Febrero, esta sería el 27 de febrero de 1917, cuando las manifestaciones obreras se trasformarían  en un motín de la militar. A partir de ese momento la situación llegó a tal punto que Mijaíl Rodzianko, Presidente de la Duma, envió un cable en donde rotulaba la situación en Petrogrado como “anarquía” y con un “gobierno paralizado”. Pero sucedió que Nicolás II reaccionó con desdén ante esas palabras y comentó a su edecán: “El torpe de Rodzianko ha vuelto a escribirme toda clase de sinsentidos que ni siquiera me molestaré en contestar”. 

A esto añadía Rodzianko:

“Crece desafección pública. En las calles caos y tiroteos. Unidades del ejército disparan unas contra otras. Es esencial encargar de inmediato la formación de nuevo gobierno a una persona que goce de la confianza del país. No debe haber demoras. Toda demora será funesta. Ruego a Dios que en esta hora la responsabilidad no recaiga en el soberano”.

A esas alturas, el gran duque Miguel, hermano menor de Nicolás II, recomendaba que se disolviera del gabinete y se sustituyera por otro presidido por el aristócrata  Gueorgui Lvov (1861-1925) y responsable ante la Duma. Por su parte, Nikolai Golitsyn (1850-1925), último Primer Ministro de Rusia, ante la anarquía reinante en Petrogrado, informó al zar que el gabinete estaba dispuesto a renunciar en favor de un ministerio de la Duma, preferentemente presidido por Lvov o Rodzianko. Pero Nicolás II aun sin haber dimensionado lo que estaba sucediendo, rechazó lo anterior aunque sí aceptó la idea de nombrar un dictador militar con experiencia que impusiera la ley marcial en Petrogrado. 

Mijaíl Rodzianko,

Mijaíl Rodzianko,

El escogido fue  Nikolái Y. Ivánov  (1851-1919)  pero, inesperadamente, la misión de reprimir a los manifestantes de Petrogrado se canceló. De acuerdo a Pipes, nunca se sabrá si, de haber actuado Nicolás de manera resuelta en los días siguientes, Ivánov habría tenido éxito. Pero el papel del zar para ese entonces era ya irrelevante y los hechos ya habían cobrado vida propia y no había nada que Nicolás pudiese hacer para revertirlo, puesto que no contaba con el apoyo de sus fuerzas armadas y ni siquiera sus cercanos deseaban mantener su reinado.

Regresemos a una cuestión planteada anteriormente:  ¿quién dirigió la denominada revolución de febrero de 1917?  Trotsky, como señalé, rechazaba la teoría de la “pura espontaneidad”. En el capítulo VIII de su libro sobre la revolución rusa Trotsky explica que los periodistas y abogados habían gastado grandes cantidades de tinta en demostrar que el movimiento de Febrero, había sido un motín de mujeres que devino después en un motín militar , de manera que le negaban el rótulo de revolución.

El autor se demuestra más a favor de las palabras del ministro  Mijail Tugan - Baranovsky (1865-1919)  para quien la revolución de Febrero había sido obra de los obreros y los campesinos representados por los soldados. Ahora bien, esto no responde a la pregunta que se hace Trotsky en el capítulo VIII : ¿Quién dirigió la revolución?  Como ya señalé, rechaza la teoría de la espontaneidad. En su lugar, el autor destaca la experiencia revolucionaria de los obreros de Petrogrado. Trotsky también se muestra de acuerdo con el análisis de un funcionario liberal quien afirmaba que, el hecho de que ninguno de los jefes revolucionarios conocidos flameara su bandera durante las protestas, esto no significaba que ésta fuera impersonal, aunque sí anónima. A esto añadía el funcionario. 

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Por ende, si bien hubo un elemento de espontaneidad, lo cierto es igualmente habrían existido revolucionarios profesionales que lograban encauzar las energías de las masas, lo que Trotsky denominó como“políticos anónimos”o “caudillos obreros”de las fábricas. En palabras de Trotsky,  en cada fábrica, en cada taller, en cada compañía, en cada café, en el hospital militar, incluso en la aldea desierta, el pensamiento revolucionario realizaba una labor callada y molecular. En palabras de Trostky

“Estos caudillos se hallaban muchas veces entregados a sus propias fuerzas, se orientaban mediante las generalizaciones revolucionarias que llegaban fragmentariamente hasta ellos por distintos conductos, sabían leer entre líneas en los periódicos liberales aquello que les hacía falta. Su instinto de clase se hallaba agudizado por el criterio político, y aunque no desarrollaran consecuentemente todas sus ideas, su pensamiento trabajaba invariablemente en una misma dirección. Estos elementos de experiencia, de crítica, de iniciativa, de abnegación, iban impregnando a las masas y constituían la mecánica interna, inaccesible a la mirada superficial, y sin embargo decisiva, del movimiento revolucionario como proceso consciente”. 

Si bien los escritos de Trotsky tienen varios elementos propagandísticos, igualmente tienen elementos de verdad, pero resulta ser impreciso y falta a la verdad señalar,  que estos caudillos obreros, estos guías de las masas habían sido educados “principalmente en el partido de Lenin”. Digamos que los bolcheviques no tuvieron un papel gravitante en estos eventos y Lenin, al enterarse del estallido, se puso en marcha a Petrogrado desde Suiza con la ayuda de los alemanes, quienes esperaban que Rusia saliera de la guerra. 

Lugar donde residió Lenin en Suiza

Lugar donde residió Lenin en Suiza

Lenin  también hace referencia a estos eventos en unas cartas publicadas el 21 y 22 de marzo en Pravda. En opinión del líder bolchevique habrían sido cruciales las batallas precedentes por parte del proletariado ruso, “energía revolucionaria” desplegada específicamente en 1905 - 1907. Así habría habido una primera revolución, la de 1905, seguida de una contrarrevolución que se extendió desde 1907 a 1914. 

Pero con la “guerra imperialista” Lenin observaba un aceleramiento y recrudecimiento de la lucha de clases del proletariado en contra de la burguesía. En cuanto a las fuerzas que habían llevado a cabo esta insurrección, Lenin veía como una fusión de intereses de clase heterogéneas, así como aspiraciones políticas y sociales contrapuestas. Pero esto era solo un primer paso puesto que, como veremos, el objetivo de Lenin no era que Rusia se transformar en una república liberal, sino que en una dictadura bolchevique.

Pero no todo podía ser manifestaciones de masas, ya que habían que imponer un cierto orden y planificar el futuro político de Rusia. Finalmente surgiría en Petrogrado lo que vino a conocerse como un  doble poder o poder dual:  el del Gobierno Provisional (GP) y el del Soviet de Petrogrado (SP). Así, la figura del zar cada vez pasaba a ser más irrelevante.

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En palabras de Richard Pipes:

Nicolás no era consciente de que su papel ya era irrelevante, dado que en la capital los acontecimientos se producían movidos por su propia inercia. Sus funcionarios civiles y militares habían perdido el control de la situación. El 1 de marzo, el conflicto ya no enfrentó al zar con la Duma, sino a esta con el nuevo aspirante al poder, el Sóviet de Petrogrado”.

De acuerdo a  Richard Pipes,  los intelectuales que formaron el gobierno de Rusia se habían preparado durante muchos años para esta misión, de manera que sería desacertado que estaban improvisando. Es decir, la situación que explotó en Petrogrado pudo haber sido sorpresiva, pero quienes asumieron las riendas del gobierno no eran unos advenedizos o principiantes. Para León Trotsky, desde su óptica del análisis marxista, fenómeno de la “dualidad de poderes” no era más que una etapa dentro de la historia de la lucha de clases y en donde, claro está, debía imponerse el proletariado. 

 Fin parte 7 de 13