(7) La destrucción del Estado de Derecho por la izquierda, Allende y la Unidad Popular (por Jan Doxrud)
El gobierno de Allende y la Unidad Popular pretendían implementar cambios institucionales que apuntaban siempre a lo que los obsesionaba: hacerse con el poder total. Se pretendía crear por medio de una nueva Constitución, una Cámara Única o “Asamblea del Pueblo” como órgano superior del poder (Programa Básico de la Unidad Popular). Como explica Boeninger, esta idea se encontraba ya expuesta en el programa del Partido Comunista aprobado en el XIV Congreso celebrado entre el 23 y 29 de noviembre de 1969 (21 días antes del Programa Básico de la UP). En este Congreso se señala expresamente por parte de los comunistas, el establecimiento de una Cámara Única entre cuyas funciones figuran: designar al Presidente de la República, Ministros de Estado y miembros de los tribunales superiores de justicia.
Como comenta Boeninger, resulta obvia la similitud entre el cuerpo legislativo propuesto y el Soviet Supremo de la URSS. Todo esto se pretendía lograr por medio de la tiranía de las mayorías, tal como lo expresaba un estrecho colaborador de Allende: Joan Garcés. Garcés era de la idea de quien tenía la mayoría no podía encontrar en el Estado chileno un obstáculo en la Constitución. El formalismo jurídico era, para Garcés, un mera superestructura ideológica que emanaba de la “infraestructura” material, esto es, las relaciones de producción reinantes en el régimen capitalista de producción. De igual forma razonaba Allende cuando señalaba que si un proyecto era rechazado por el Congreso, entonces se apelaría a un plebiscito y, si el Congreso rechazaba la idea de terminar con un Congreso Bicameral, entonces se apelaría a un referéndum. En palabras de Boeninger:
“La mayoría lo puede todo y no es aceptable que una vez que se haya pronunciado a favor del socialismo pueda existir una mayoría distinta que se proponga revertir la institucionalidad socialista. Aquí subyace la concepción de la inevitabilidad histórica de la revolución socialista; dado su carácter de buena sociedad, resultaba inconcebible su anulación posterior”[1].
El proyecto más controvertido fue el de establecer una Escuela Nacional Unificada (ENU), que estaba dentro de las bases programáticas de la Unidad Popular. Como explica Ivan Núñez Prieto[2], a fines de enero de 1973, el Ministerio de Educación entregó a la consideración publica un Informe sobre Escuela Nacional Unificada que se materializaría en significativos cambios en la educación preescolar, básica y media, algunos de los cuales debían iniciarse, a juicio del gobierno, durante el año escolar 1973. De acuerdo con Nuñez la ENU tuvo su origen en una tradición intelectual, al menos desde comienzos del siglo XX, de manera que no fue fruto de una “voluntad conspirativa”. En segundo lugar añade que la ENU fue una de las expresiones culturales nacionales de un proceso que, en las décadas de 1960 y 1970, se desarrolló a escala internacional: el florecimiento de la mentalidad utópica.
No es ninguna novedad la importancia de la educación para quienes traen en mente la ambición de implementar un proyecto refundacional en lo político, económico y social. No hay revolución que no haya convertido a la educación en el mecanismo para adoctrinar a las personas desde su más tierna infancia. Así se hace explícitamente en Cuba, Venezuela y Corea del Norte. El problema con la ENU era su falta de libertad y pluralismo. Como señala Kathleen B Fischer en su “Political Ideology and Educational Reform in Chile (1964 - 1976), los educadores de la UP estaban impregnados del marxismo-leninismo . Esto, como señala Nuñez, lo identifica la investigadora en 4 temas: 1) las relaciones entre educación y desarrollo económico; 2) La formación de un “hombre nuevo” para la sociedad socialista; 3) La integración de estudio y trabajo y de teoríaa y práctica en el proceso enseñanza-aprendizaje; 4) El concepto de la sociedad como una gran escuela.
Más allá de los aspectos técnicos, reformas administrativas y curriculares, lo medular es que lo que proponía el informe de la ENU era nada menos que implantar un sistema nacional de educación permanente en una sociedad que se preparaba para transitar al socialismo, de manera que era un modelo educativo que debía subordinarse a una ideología en particular y que, a la larga, debía gradualmente eliminar cualquier competencia ideológica o, al menos, proscribir sistemas de pensamiento antisocialistas. Una educación “pluralista” dentro de un sistema socialista es tan contradictorio como la “vía chilena al socialismo”. El objetivo era poner fin a un sistema educacional “diseñado para reproducir la sociedad de clases y su consiguiente sistema de dominación de las mayorías por las minorías y de explotación del hombre por el hombre”. Obviamente este proyecto de adoctrinamiento ideológico disfrazado de educación generó una fuerte oposición. La FEUC en su informe crítico de la ENU realiza un minucioso análisis del proyecto para, posteriormente, ejercer una fuerte crítica a este mismo.
En sus primera páginas en la defensa de la libertad de educación, la FEUC se refiere al Informe de la Educación Nacional Unificada de la Unidad Popular:
“Detrás de un hueca afirmación de pluralismo, el informe en referencia pretende convertir a la educación chilena en un instrumento de concientización política al servicio del marxismo. Todo su texto demuestra confundir el concepto de educación con el de adoctrinamiento. Se reconoce la pretensión de “moldear nuevas generaciones de chileno” subordinados en lo político al “proceso de transición al socialismo” y sometidas en lo personal “a los valores del humanismo socialista. Se admite incluso que la Escuela Nacional Unificada está llamada a “afianzar el naciente sistema social de vida”, elevando para ello “la capacidad de organización y unidad del pueblo en función de los grandes objetivos y tareas del proceso de cambio revolucionario”[3].
[1]Ibid., 194.
[2]Eduardo Núñez Prieto, La ENU entre dos siglos. Ensayo histórico sobre la Escuela Nacional Unificada (http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0066051.pdf)
[3]ENU: el control de las conciencias (http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-81406.html)