5/7- John Locke: Ensayo sobre el entendimiento humano (por Jan Doxrud)

5) John Locke: Ensayo sobre el entendimiento humano (por Jan Doxrud)

Recapitulemos. Hemos examinado hasta ahora el empirismo, la idea de tábula rasa, el concepto de idea, ideas simples y el concepto de cualidad. Ahora pasaré a examinar las ideas complejas. Señalé que las ideas simples representan esa parte pasiva de la mente, a través de la sensación y la reflexión. La mente no puede ni fabricarlas ni destruirlas, sino que sólo las recibe. Pero en el caso de las ideas complejas, el hombre ejerce un rol activo, o como señala Locke, las ideas complejas se hacen a voluntad, es decir, se pueden producir ideas nuevas. 

¿Cómo es esto? Insistamos nuevamente en que el hombre no tiene poder sobre las ideas simples, ni para fabricarlas, ni para destruirlas, sino que: “cuanto puede hacer el hombre, es, o bien unirlos, o bien juntarlos, o bien separarlos completamente”[1]. Las ideas complejas tienen como base las ideas simples, mas bien, las ideas complejas son la unión de varias ideas simples. Ejemplos que da Locke son la belleza, un hombre o el universo, donde cada una “representan ideas complejas formadas a partir de ideas simples, pero que a la vez la mente puede considerarlas cada una por sí sola, como una cosa entera significada por un nombre”[2]

Locke distingue tres categorías de ideas complejas. En primer lugar están los modos, que son ideas compuestas pero que no subsisten por sí mismas, sino que dependen de las substancias. Estos modos se subdividen en simples y mixtos. Los simples son “combinaciones diferentes de una y la misma idea simple, sin mezcla de ninguna otra”. Ejemplos dados por el autor son el de veintena o docena, que son ideas de otras tantas unidades distintas que han sido sumadas. Los modos mixtos son compuestos de ideas simples que, unidas, forman una unidad compleja. 

“Tienen su unidad en virtud de un acto de la mente que combina unitariamente esas diversas ideas simples y las considera como una sola idea compleja que encierra todas esas partes; y lo que acusa esa unión, o lo que generalmente se estima que la completa, es el nombre que se da a esa combinación”[3].

https://objectivismindepth.com/2017/09/29/philosophy-of-perception-naive-realism-representationalism-direct-transformative-process-realism/perception-representationalism/

Para Locke son los nombres  el medio a través del cual damos razón de nuestras distintos modos mixtos, aunque no siempre sea así, dado que, por ejemplo, no hay un nombre para significar el asesinato de un viejo, pero en el caso del asesinato de un padre de familia existe el nombre de parricidio. Locke señala que: 

“…la belleza, que consiste en una cierta composición de color y forma que produce goce en el espectador, y el robo, que siendo la oculta mudanza de la posesión de alguna cosa, sin que medie el consentimiento de su dueño, contiene, como es patente, una combinación de varias ideas de diversa clase…”[4]

La belleza, así como la fealdad, serían de acuerdo con Locke, el resultado de una combinación de una cualidad primaria de la idea simple (forma) y la cualidad secundaria (color) de la misma, percibida por nosotros, pero no contenida en el objeto. La segunda categoría son las substancias:“Las ideas de las substancias son aquellas combinaciones de ideas simples que se suponen representan distintas cosas particulares que subsisten por sí mismas, en las cuales la supuesta o confusa idea de substancia, tal como es, aparece siempre como la primera y principal”[5].

Locke tiene una actitud despectiva hacia la metafísica, así como hacia el concepto de sustancia, que la consideraba vaga. Locke escribe lo siguiente sobre este concepto: 

“La idea, pues, que tenemos, y a la cual damos el nombre general de substancia, como no es nada sino el supuesto, pero desconocido, soporte de aquellas cualidades que encontramos existentes y de las cuales imaginamos que no pueden subsistir, sine re substante, sin alguna cosa que las sostenga, llamamos a ese soporte substantia, la cual, de acuerdo con el verdadero sentido de la palabra, significa en idioma llano lo que está debajo, o lo que soporta”[6].  

Locke pensaba, como escribió Russell, en términos de detalles concretos y no en largas abstracciones. El pensador inglés no niega la existencia de las sustancias , lo que niega es que tengamos ideas claras y distintas de estas. No tenemos un conocimiento exacto de las sustancias y, por ende, escapa a nuestra comprensión. Pero Locke sí concibió la existencia de una idea general de sustancia que obtenemos por medio de la abstracción. Por ahora tenemos que las substancias, a diferencia de los modos, subsisten por sí mismas. Locke ejemplifica lo anterior, señalando que una combinación de una cierta forma, con las de un poder de moverse, pensar y razonar, unida a la de substancia, produce la idea común de un hombre

Locke divide las substancias en singulares y colectivas. Las singulares existen separadas, como un lobo, un perro o un hombre. Las colectivas son varias sustancias reunidas que conforman una idea, como por ejemplo, los conceptos de humanidad, jauría o cardumen. Por último tenemos la última categoría de ideas complejas que son las relaciones. Locke las define como consideración y comparación de una idea con otra, de manera que  es llevar a la idea más allá de sí misma y poder situarla al lado de otra y compararla, y ver qué relaciones se pueden establecer. 

Así, podemos comenzar observando una figura proyectada en medio de las sombras, que posteriormente con la luz nos damos cuenta que es un hombre y que tiene un nombre y que este es Alejandro Magno, lo cual nos lleva a tomar conciencia de que no es cualquier persona, sino que un gran conquistador. A su vez, ese nombre nos evoca la idea de poder, belicosidad, y podemos relacionarlo con otros conquistadores y así seguir relacionando. 

En cuanto a las ideas generales, nuestro autor señala que son puros y simples modelos con los que clasificamos las cosas individuales. Existe un nexo entre Locke y los lógicos nominalistas de la tradición británica. Para Locke es difícil poder explicar qué es la abstracción. Para la metafísica clásica la abstracciónconsistía en el proceso por el cual se captaba la esencia de una cosa por medio de la desmaterialización mental del objeto. Para Locke, la abstracción sería la eliminación de algunas partes de ideas complejas de las otras partes. Podemos tener frente a nosotros una serie de esculturas de los más famosos escultores de todos los tiempos. 

La abstracción consiste en eliminar del complejo de ideas las que no son comunes a las distintas esculturas, como la de ser de distintos colores, su tamaño, si es una figura humana o no, y mantengo aquellas ideas que sean afines a esas esculturas que están frente a mí, lo que hace que sean esculturas. Por lo demás, para Locke las verdades generales o universales apenas pueden entenderse si no es en proposiciones verbales. Nos comunicamos a través de palabras, no importa dónde nos encontremos, los seres humanos nos comunicamos a través de distintas formas de lenguaje. Para Ockham, el conocimiento partía de la experiencia de lo individual, por lo que los conceptos universales eran sólo construcciones lingüísticas.  De esta manera los universales sólo son palabras. Existe una diferencia entre la idea “una Iglesia” que todos podemos comprender en el mundo occidental, pero la palabra con la que representamos esa idea difiere, para un alemán, que dirá de Kirch y un inglés que pronunciará la palabra Church. 

El español hablará de cabeza, el alemán de kopf y el inglés de head. Este ejemplo está limitado dentro de lo que se denominamos “civilización occidental” (que en sí es confuso y poco preciso), pero imaginemos las diferentes formas, a nivel planetario, de comunicación en los pueblos de África, de América del Sur, en las islas del Pacífico Sur, en India o China. Por lo tanto, lo general y universal para Locke no pertenecen a la existencia real de las cosas debido a que son invenciones del entendimiento. No se puede tener certeza acerca de la verdad de cualquier proposición general, a no ser que se conozcan los límites y el alcance de las especies significadas por sus respectivos términos, por lo que es necesario, de acuerdo con el autor, que sepamos la esencia de cada especie, que es lo que la constituye y la limita. 

Con respecto los conceptos de géneros y especies, es preciso aclarar que son categorías, es decir, clases más amplias de predicados que expresan la relación entre los conceptos por su extensión. Si la extensión del concepto A constituye una parte de la del concepto B, A es una especie respecto a B y B es el género respecto a A. Locke señala que “los géneros y especies de las cosas (pues esos términos latinos no significan para mi nada más que la palabra inglesa shorts, o sea, clases) dependen del tipo de colecciones de ideas que han formado los hombres, y no de la naturaleza real de las cosas…”[7]. A Locke le resulta difícil realizar proposiciones universales sobre las substancias cuya verdad pueda ser conocida. 




[1] Ibid., 143.

[2] Ibid., 143.

[3] Ibid., 270.

[4] Ibid., 145.

[5] Ibid., 145.

[6] Ibid., 276.

[7] Ibid., 430.