4/7-John Locke: Ensayo sobre el entendimiento humano (por Jan Doxrud)

4) John Locke: Ensayo sobre el entendimiento humano (por Jan Doxrud)

¿Qué es una idea para Locke? Es el objeto del acto de pensar. Todo hombre es consciente de que piensa, y cuando piensa, éste puede tener varias ideas. Como ya señalé, Locke consideraba la mente como una hoja en blanco, entonces, ¿cómo llegan las ideas? Sabemos que para él no hay ideas innatas, por lo que la fuente debe ser otra. Por lo tanto se  pregunta: ¿De dónde saca todo ese material? A esto Locke contestó con una sola palabra: de la experiencia; he allí el fundamento de todo nuestro saber, y de allí es de donde en última instancia deriva. 

Una vez sabiendo que son las ideas y de dónde provienen, hay que dar un paso más, y es explicar los tipos de ideas que existen. Locke señala que existen dos tipos de ideas: las simples y las complejas. Las ideas simples pueden tener como fuente un sentido, por ejemplo, percibimos colores, escuchamos sonidos, sentimos con el tacto, etc. También puede provenir de diferentes sentidos como la idea de espacio, figura o forma. También pueden provenir de la reflexión, como cuando la mente dirige su mirada hacia sí misma, observando las ideas de sus propias acciones. Finalmente pueden provenir de ambas, esto es, de la reflexión y la sensación, como por ejemplo el poder y la existencia. Al respecto escribió el autor: 

“Aún cuando las cualidades que afectan a nuestros sentidos, en las cosas mismas, están unidas y mezcladas que no hay separación o distancia entre ellas, con todo, es llano que las ideas que esas cualidades producen en la mente le llegan, por vía de los sentidos simples y sin mezcla”[1]

Locke continúa señalando: 

“…así cuando la mano siente la suavidad y el calor de un mismo trozo de cera, sin embargo, las ideas simples así unidas en un mismo sujeto son tan perfectamente distintas como las que llegan por diferentes sentidos. La frialdad y la dureza, que un hombre siente en u pedazo de hielo, son, en la mente, ideas tan distintas como el aroma de una rosa”[2]

Concluye sobre las ideas simples: “…esas ideas simples, las cuales, siendo cada una en sí mismas no compuestas, no contienen nada en sí, sino una apariencia o concepción uniforme en la mente, que no puede ser distinguidas de ideas diferentes”[3].

Otra característica es que en las ideas simples nuestra mente es pasiva, no así en las ideas complejas. Esto quiere decir que la mente puede comparar estas ideas, unirlas o separarlas, pero no modificarlas. Podemos entonces concluir en palabras de Locke: 

“Estas ideas simples, los materiales de todo nuestro conocimiento, le son sugeridas y proporcionadas a la mente por sólo esas dos vías… a saber: la sensación y reflexión…no está en el más elevado ingenio o en el entendimiento más amplio…inventar o idear en la mente una sola idea simple, que no proceda de las vías antes mencionadas; ni tampoco le es dable a ninguna fuerza del entendimiento destruir las que están ya allí…Igual incapacidad encontrará en sí mismo todo aquel que se ponga a modelar en su entendimiento cualquier idea simple que no haya recibido por sus sentidos, procedente de objetos externos, o por la reflexión que haga sobre las operaciones de su propia mente acerca de ellas. Y yo quisiera que alguien tratase de imaginar un sabor jamás probado por su paladar, o de formarse la idea de un aroma nunca antes olido; y cuando pueda hacer esto, yo sabré concluir también que un ciego tiene idea de los colores, y que un sordo tiene nociones distintas y verdadera de los sonidos”[4].

Hemos visto lo que son las ideas para Locke y los tipos de ideas, concentrándonos hasta ahora en las simples. Avancemos y preguntémonos: ¿cuáles son las cualidades del objeto que tiene poder de hacer surgir las ideas en nuestras mentes? Recordemos que la idea es todo los que es objeto inmediato de la percepción o del pensamiento. Las ideas están en la mente del ser humano, pero afuera existe algo que tiene el poder de producirlas en la mente. Locke explica cómo ocurre esto acudiendo al concepto de cualidad. El filósofo denomina cualidad “a la potencia para producir cualquier idea en la mente…Así, una bola de nieve tiene la potencia de producir en nosotros las ideas de blanco, frío y redondo…en cuanto están en la bola de nieve, las llamo cualidades”[5].

Entonces, tenemos que la idea es lo que el espíritu percibe en sí mismo, y cualidad  se refiere al poder de producir una idea en nuestro espíritu. Paso siguiente nuestro autor distingue dos cualidades: primarias y cualidades secundarias. En esto no se diferencia a Galileo o Descartes. Llama cualidades primarias a la forma, movilidad, solidez o la extensión.

https://books.openbookpublishers.com/10.11647/obp.0107/ch2.xhtml

Para Locke, estas cualidades son inseparables de los cuerpos, sin importar las transformaciones que estos puedan sufrir. 

“Por ejemplo, tomemos un grano de trigo, y dividámoslo en dos partes; cada parte tiene todavía solidez, extensión, forma y movilidad. Divídase una vez más, y las partes aún retienen las mismas cualidades; y si se sigue dividiendo hasta que las partes se hagan insensibles, retendrán necesariamente, cada una de ellas, todas esas cualidades”[6].

Estas son propiedades que pertenecen a los cuerpos mismos y no son puramente subjetivas, por lo que, en este sentido, Locke puede ser considerado como un realista ontológico ya que existen cosas independientes del sujeto que las percibe. En lo que respecta a las cualidades secundarias,  estas no son objetivas como las primarias. Locke señala que las cualidades secundarias no son nada en los objetos mismos, sino que potencias o capacidad de producir en nosotros diversas sensaciones por medio de sus cualidades primarias: 

“No son nada en verdad en los objetos mismos, sino potencias para producir en nosotros diversas sensaciones, y dependen de aquellas cualidades primarias…”[7]

Locke ofrece el siguiente ejemplo:“Porque la potencia del fuego de producir un nuevo color o distinta consistencias en la cera o en el barro por medio de sus cualidades primarias, tan es una cualidad en el fuego, como lo es la potencia que tiene para producir en mi, por medio de esas mismas cualidades primarias…una nueva idea o sensación de calor o ardor que no sentía antes”[8]Por ahora, al parecer, Locke considera como real, existente por si mismo las cualidades primarias y que las secundarias no son nada en sí, no tienen una existencia intrínseca, lo que nos recuerda los conceptos de sustancia y accidente de Aristóteles. 

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Continuando con el ejemplo del fuego, Locke señala que hay algo real, objetivo, independiente en el fuego y por otro lado hay una parte que no pertenece al fuego, que pertenece al ámbito de los subjetivo. Esto real que hay en el fuego y que existen independientemente de si hay o no un sujeto observando, son las cualidades primarias, por ejemplo, el movimiento y el volumen. Tal es su realidad, que Locke se refiere a ellas como cualidades reales. Ahora, ¿qué sucede con las cualidades secundarias? ¿El calor y el dolor producido por el fuego son cualidades primarias, que existen en el objeto o son propiedades subjetivas? La respuesta de Locke es clara: “…la luz, el calor, la blancura o la frialdad no están más realmente en esos cuerpos que lo están la enfermedad o el dolor en el azucar”[9]A continuación agrega Locke:. 

“Suprímase la sensación de esas cualidades; hágase que los ojos no vean la luz o los colores, que los oídos no escuchen los sonidos; hágase que el paladar no guste, y que la nariz no huela, y todos los colores, sabores y sonidos…desaparecen y cesan del todo, para quedar reducidos a sus causas, es decir, volumen, forma y movimiento de la parte de los cuerpos”[10]

Para Locke, las cualidades secundarias son potencias de diversas combinaciones de cualidades primarias, de manera que estas pueden ser, pueden  no ser o pueden ser en distintos grados, como señala en su ejemplo de que la misma agua puede, en un mismo momento ser capaz de producir en una mano la idea de frío y en la otra mano la idea de calor. Pensemos cuando salimos del mar helado alejado del Ecuador para después lanzarnos a una piscina, donde el agua nos parecerá más bien tibia. Pero si un individuo recién levantándose de la cama se lanza al agua de la misma piscina le parecerá mas helada. 

En cambio, para Locke, jamás acontece lo anterior respecto a la forma, por ejemplo, nunca se produce la idea de un cuadrado en una mano, cuando ha producido la idea de un globo. Para nuestro autor esto no es de fácil comprensión ya que los hombres no son capaces de darse cuenta de ninguna desemejanza entre la idea que ha sido producida (calor) en nosotros y la cualidad del objeto que la produce (fuego) y creemos que “nuestras ideas son la semejanza de algo que está en los objetos, y no los efectos de ciertas potencias radicadas en las modificaciones de sus cualidades primarias, con las cuales cualidades primarias las ideas producidas en nosotros  no guardan ninguna semejanza”[11]



[1] Ibid., 97-98.

[2] Ibid., 98.

[3] Ibid.

[4] Ibid., 98-99.

[5] Ibid., 113.

[6] Ibid., 113.

[7] Ibid., 115.

[8] Ibid., 114.

[9] Ibid., 116.

[10] Ibid.

[11] Ibid., 121.