Cuba: de la revolución a la dictadura (por Jan Doxrud)
“No creo en el marxismo de Fidel Castro. Es un ardid mentiroso para perpetuarse en el poder y manejar a su antojo el país. Con el mismo propósito se habría declarado fascista si el modelo de Mussolini y Hitler estuvieran de moda”.
Huber Matos. Cómo llegó la noche
“Sin el apoyo masivo de Moscú y sin la complicidad de las democracias occidentales, el comunismo en Cuba hubiera sido derrocado en los primeros años, por los propios cubanos”
Huber Matos. Cómo llegó la noche
“Censurar los crímenes de Pinochet y olvidar los de Fidel es una muestra de cobardía espiritual. Censurar los crímenes de Stalin y callar los de Castro es la prueba del peor oportunismo político”
Carlos Alberto Montaner Víspera del final: Fidel Castro y la Revolución cubana.
Cuba: de la revolución a la dictadura (por Jan Doxrud)
(I) Introducción
En esta serie de artículos abordaré el tema de la revolución cubana de 1959 y su institucionalización con la Constitución de 1976. Para ello comenzaremos con esta breve introducción sobre el tema (artículo 1 y 2) en donde se explicará el objetivo de estos escritos para, posteriormente, pasar a narrar algunos de los principales acontecimientos de la historia reciente de Cuba. Estos artículos no pretenden ser una historia descriptiva (ni exhaustiva) de la isla, sino que tienen como objetivo defender una idea medular y clara: la revolución cubana de 1959 se desvió de sus ideales originales para ser secuestrada por la figura y personalidad de Fidel Castro y sus cercanos. Tal secuestro significó que la revolución se transformara en un medio a través del cual se impuso una ideología totalitaria – ajena a la cultura cubana – que ha mantenido a la isla de Cuba no solo en la miseria económica, sino que también bajo un sistema que ha aplicado una represión sistemática y un nivel de control que superó con creces al de Gerardo Machado o Fulgencio Batista.
¿Alguien dijo “bloqueo”?
Algunos ya estarán pensando, quizás, en hablar del “bloqueo” por parte de Estados Unidos. Pero resulta que a estas alturas esta idea constituye un verdadero insulto a la inteligencia, puesto que tal bloqueo solo existe en la imaginación de (lamentablemente) no pocas personas. De haber habido un bloqueo el comunismo en Cuba no hubiese sobrevivido la década de los 60 y hubiese colapsado rápidamente. El bloqueo es un ejemplo de cómo una mentira muchas veces repetida y propagada con una eficiente campaña de marketing, puede transformarse en verdad, incluso entre aquellos que ni siquiera simpatizan con la dictadura castrista. Hay que tener claro que un bloqueo es una acción de carácter militar que busca impedir que barcos y aviones entre o salgan de áreas costeras, puertos o aeropuertos (como sucedió durante la llamada crisis de los misiles). Esto es el que establece el Oxford Public International Law (dejo el link al final).
Pero tenemos que este tema del bloqueo es, en primer lugar, una mera estrategia por parte de la eficiente maquinaria propagandística castrista para hacer pensar que sin “bloqueo” Cuba sería un país desarrollado. En segundo lugar sirve para traspasar la culpa de los fracasos de la dictadura a otros país, en este caso Estado Unidos. En tercer lugar sirve como excusa para perpetuar el poder de los Castro y sus cómplices. Por lo demás aún habría que esclarecer el nexo causal entre, por un lado, la existencia del falso bloqueo y, por otro, el que Cuba sea una dictadura militar cleptocrática (¿la primera vendría a ser causa de la segunda?) El bloqueo o el embargo (a veces se utilizan como si fuesen sinónimos y no lo son), como bien señala Carlos Alberto Montaner, tiene una relevancia meramente simbólica, puesto que en la práctica no tiene ninguna repercusión negativa como las que esgrime la dictadura cubana. Por lo demás, utilizar el concepto de bloqueo plantea el tema en términos de “Cuba contra Estados Unidos”, de manera que quien esté contra la dictadura cubana será automáticamente tratado como un traidor o, en la jerga leninista, como un “contrarrevolucionario”.
Cuba, durante la Guerra Fría, recibió millones de dólares en ayuda por parte de la URSS. Incluso el monto alcanzaría o superaría la ayuda prestada por Estados Unidos a los países europeos por medio del Plan Marshall. Se calcula que Cuba recibió 4 mil millones de dólares anuales, con facilidades de pago. De acuerdo al historiador Rafael Rojas, los créditos de la URSS concedido, primero de manera quinquenal y, posteriormente, por décadas, oscilaron entre los 300 y 1.800 millones de dólares en la década de 1970. Por lo demás, en 1972 Cuba ingresó al Consejo de Ayuda mutua Económica (COMECON). En un informe de la CEPAL de Jesús M. García Molina titulado “La economía cubana desde el siglo XVI al XX: del colonialismo al socialismo con mercado”, podemos leer
“El producto se expandió a un ritmo promedio anual de 7,5% en la etapa 1971 - 1975, ante el incremento de la demanda externa, sobre todo de los países socialistas. La favorable relación de precios del intercambio permitió una disminución de la brecha comercial a 160,9 millones de pesos, ya que el volumen de ventas externas mermó, en tanto que las importaciones físicas se incrementaron. En estos resultados influyó la caída de la zafra 1974-1975 a 6,3 millones de toneladas de azúcar en condiciones de aumento de su precio en el mercado externo”.
Como comenta Rafael Rojas, la integración de Cuba al COMECON significó la formalización de los términos de intercambio entre la isla, URSS y los países del bloque del este. Este se fundamentaba principalmente sobre la base del trueque de azúcar por petróleo, y también facilitó la transferencia de maquinaria y tecnología.
En el titular del “The New York Times” de junio de 1973[1] se puede leer que el nuevo acuerdo de ayuda económica de Cuba con la Unión Soviética indicaba que Moscú había decidido velar por la salud económica de la estratégica y útil isla. Añadía el periódico que el reembolso de los varios miles de millones de dólares que Cuba debía a la Unión Soviética se había pospuesto hasta un período de 25 años que comenzaba en 1986 (deuda imposible de pagar). Sumado a esto, el diario agregaba que Moscú se comprometía a otorgar créditos adicionales para cubrir la desfavorable balanza comercial de Cuba durante 1973-1975 y 300 millones de dólares en ayuda técnica y económica. Por último se hablaba de un aumento del precio que la U.R.S.S. pagaba por la exportación de azúcar.
En otro artículo de 1983 de la United Press International[2], Jim Anderson escribió que la ayuda económica de la Unión Soviética a 'amigos especiales' como Cuba y Vietnam había ascendido a $6 mil millones el año pasado, lo cual constituía una carga cada vez más pesada para su tambaleante economía, según una encuesta de inteligencia occidental. Así, la Cuba de Castro se volvió fuertemente dependiente, en lo que respecto a su deuda externa, de la URSS (ascendía a alrededor de 4 billones de dólares en la década de 1970), pero también de los países occidentales.
En relación con esto último, Cuba tuvo acceso al financiamiento de capital acudiendo las economías de mercado europeas, que tomaron la forma de prestamos a mediano plazo (5 años). Pero también Cuba pudo comprar bienes de capital y de consumo a países de Europa occidental, así como también de Japón, Canadá y América Latina[3]. Incluso la Deutsche-Welle dedicó un artículo sobre el destino de toda la ayuda soviética a Cuba[4]. En suma, Cuba exporta, importa y puede obtener financiamiento externo. En Cuba no existe bloqueo impuesto desde afuera, sino que un bloqueo interno: aquel impuesto por el comunismo castrista. Esto ha dado origen a una capitalismo cleptocrático manejado por una élite militar y cívica, que se benefician a expensas de la población que vive con lo mínimo para subsistir.
Como explica Maria Werlau en su libro “La intervención de Cuba en Venezuela”, la nomeklatura cubana vive en un mundo de privilegios económicos y políticos completamente ajeno a la realidad de los demás cubanos. Tales privilegios incluyen el estar por encima de la ley, acceder a una salud de lujo, uso de jets, viviendas en vecindarios privados, residencias en distintas partes de la isla, islas privadas, etc. Añade Werlau que este nivel de privilegio es exclusivo del clan Castro y hasta tres o cuatro niveles del la nomenklatura, que incluye al PCC y liderazgo político militar. A esto añade la autora:
“Sin embargo, los Castro han mantenido un control muy estricto sobre a quién se le permite robar y hasta qué nivel. Tradicionalmente han sido más discretos que los chavistas, y el lujoso estilo de vida de la élite permanence mayormente oculto gracias al control policial de los ciudadanos y de todos los medios y comunicaciones”.
Cabe señalar que aquí solo hemos estado haciendo referencia al comercio legal. Pero también es sabido los lazos del régimen con el narcotráfico, con el Cartel de Medellín, con la guerrilla y ahora en los negocios sucios con Venezuela. Recordemos aquella noticia del año 1989 en donde el narcotráfico creó un problema enorme dentro de las estructuras del poder de la dictadura cubana. En este episodio se vieron involucrados uno de los más prestigiosos militares del régimen, Arnaldo Ochoa, así como también otros dos influyentes miembros del régimen: los hermanos gemelos Patricio y Antonio de la Cuadra. Los tres y otros más fueron fusilados por el régimen castrista en 1989, claro que la razón real no fue el tráfico, sino que el haber cometido una torpeza que dejó en evidencia en que la dictadura era también una narcodictadura[5].
Como afirma Carlos Alberto Montaner, estas historias se encuentran conformadas por un alto miembro del cartel colombiano como Carlos Lehder, los testimonios de los traficantes de drogas y armas Jaime Guillot Lara y Johnny Crump (también de profesión abogado). Pero además de esto, se cuentan con imágenes satelitales en donde en donde se confirma la utilización de bases en Varaderos para el tráfico de drogas.
Junto con esto cabe mencionar las inversiones de empresas como Marc Rich + Co y Vito en Cuba. En el caso del primero, y en búsqueda de un comercio más racional y eficiente, comenzó a llevar petróleo a Cuba, pero no desde Rusia, sino que desde México y Venezuela. En cambio, el petróleo soviético era enviado para ser refinado a países europeos como Italia. Por su parte, el azúcar cubano era vendido a países de Latinoamérica, por lo que se buscaron proveedores más cercanos para suministrar a Rusia. La situación empeoró cuando la URSS dejó de existir y Cuba quedó no solamente sola, sino que tuvo que adaptarse a un nuevo mundo en donde los precios del petróleo y el azúcar serían determinados por el mercado. El casticismo se encontraba en el peor de sus momentos con escasez de petróleo y sin dinero. En esto la empresa de comercio de materias primas Vitol fue de gran ayuda, puesto que llenó (junto a otros) el lugar de la Rusia comunista en la compra y venta de petróleo y azúcar por medio de un sistema de trueque (incluso se fundo la empresa de propiedad de vital y la dictadura llamada Vito Lugar S.A, con sede en Suiza). Vito incluso llegó a entrar en el negocio turístico, específicamente el hotelero, siendo ejemplo de esto su inversión en el Hotel Parque Central.
Articulo complementario
Ernesto Guevara: el Necháiev del siglo XX (por Jan Doxrud)
Fuentes
Definición de bloqueo (https://opil.ouplaw.com/view/10.1093/law:epil/9780199231690/law-9780199231690-e252)
[1]Soviet aid to Cuba https://www.nytimes.com/1973/01/13/archives/soviet-aid-to-cuba.html
[2] Soviet aid to Cuba: 11 million a day. https://www.upi.com/Archives/1983/06/18/Soviet-aid-to-Cuba-11-million-a-day/2328424756800/
[3] Rene Lynette Bartusch. Cuba: an historical appraisal of its foreign debt and soviet economic assistance and Cuba: an evaluation of its military relations with the Soviet Union. The University of Texas at Austin, 1983.
[4] ¿Qué se hizo del subsidio soviético a Cuba? (https://www.dw.com/es/qué-se-hizo-del-subsidio-soviético-a-cuba/a-17786647)
[5] Hace 28 años Castro fusiló a su general más condecorado: Arnaldo Ochoa
https://www.youtube.com/watch?v=WvmlviXhsiA&list=PLCx6y7TmRUA4OmGtlJ5aTUWkyNhOl2tvO&app=desktop