5/10-Historia de Chile: de Arturo Alessandri a Carlos Ibáñez del Campo, 1920-1931 (por Jan Doxrud)

Historia de Chile: de Arturo Alessandri a Carlos Ibáñez del Campo, 1920-1931 (por Jan Doxrud)

Tras despedirse de los ministros en la embajada de los Estados Unidos, Alessandri se dirigió junto a su familia a la Estación Mapocho para viajar en dirección a Mendoza y de ahí hacia Buenos Aires donde alojaría en la mansión del millonario chileno Carlos Menéndez Behety. En aquel lugar Alessandri recibió la visita del Presidente de la República Marcelo Torcauto de Alvear y sus ministros (salvo el de Guerra). Desde Buenos Aires Alessandri emprendió su rumbo hacia Europa. Gracias a los contactos de Menéndez Behety, Alessandri (a regañadientes) aceptó viajar él su esposa y dos hijos en una pieza de lujo de un vapor “Cab North”sin que tuviera que desembolsar dinero de su bolsillo por ello. Tras pasar por Montevideo y Río de Janeiro e Islas Canaria, el “Cab North” arribó a la costa francesa de Boulogne Sur Mer, en donde Alessandri  visitó la estatua del libertador San Martín.

Ahí, recuerda Alessandri, San Martín vivió y murió “olvidado, solo y triste , después de haber contribuido a la pacificación y a la libertad de un continente”. Posteriormente  Alessandri se dirigió hacia París. Un artículo de “Le Figaro” del 4 de diciembre de 1924 ( escrito por Alberto Gerchunoff ) se refería a la figura de Alessandri y la situación que vivía Chile en ese entonces. Comienza señalando que Alessandri viajaba por Europa como un proscrito. Se refiere en buenos términos a su persona y su gobierno. De acuerdo al artículo, habían sido los grandes terratenientes y especuladores quienes se unieron para combatirlo en el Parlamento y habrían buscado ayuda en los altos mandos del Ejército para derrocarlo. En cuanto a Alessandri, el autor señala que el ex Presidente era el equivalente a los radicales en Europa, preocupados por el mejoramiento de la sociedad, así como a promover las aspiraciones de la clase media. A esto añadía que Alessandri había sabido acercarse al pueblo y hablarle en un lenguaje fuerte y fundamental haciendo de éste el protagonista de la política.

Estatua de San Martín en Boulogne

Estatua de San Martín en Boulogne

¿Qué explicación tenía Alessandri para todo lo que había vivido durante su presidencia y el final abrupto que tuvo? Su reflexión comienza con la Guerra Civil de 1891 que enfrentó al Poder Ejecutivo representado por el Presidente José Manuel Balmaceda y el Congreso, apoyado por la armada y empresarios vinculados al negocio salitrero. Tras una descripción de la figura del Presidente Balmaceda y su política de gobierno, Alessandri lanza sus dardos contra los enemigos del fallecido Presidente que, bajo una supuesta noble causa a saber, la libertad electoral y la lucha contra el poder arbitrario y despótico de Balmaceda, instauraron un régimen de gobierno que sólo pretendía defender y perpetuar los intereses de una oligarquía nacional y extranjera. El resultado de la guerra civil fue la muerte de más de diez mil chilenos, el suicidio de un Presidente de la República y el fin de la República Liberal.

El problema, destaca Alessandri, fue que los vencedores no supieron o no pudieron reglamentar el nuevo régimen parlamentario para que se evitara que degenerara en anarquía y caos. Y fue justamente dentro ese régimen viciado el que obstaculizó y entrampó la presidencia del mismo Alessandri, lo que gatilló que los militares intervinieran en política producto de la inoperancia del Congreso. Los principales problemas que afectaban al sistema eran las interpelaciones, votos de censura, las rotativas ministeriales, la desconexión de muchos parlamentarios de la realidad social del país y la consecuente invisibilización de la “Cuestión Social”. A este problema se sumó el de las Fuerza Armadas. Alessandri explica que desde hacía tiempo que cundía en las filas del Ejército un profundo malestar, específicamente la oficialidad joven que protestaba por lo exiguo de sus sueldos y las dificultades para poder ascender lo que frustraba sus expectativas futuras. Este problema se fue cocinando a fuego lento hasta que finalmente, en palabras de Alessandri, surge una fuerza espontánea sin concierto previo, pero que intereses específicos procurarían utilizar en su favor:

Producida la fuerza que así nace, se organiza, se unen pasiones e intereses dispuestos y sedientos para utilizarla y aprovecharla en su beneficio”. 

Alessandri denuncia a aquellas facciones de militares cercanos a la Unión Nacional (e “intereses pecuniarios”) de haber conspirado y fomentado en las filas del Ejército la desconfianza hacia la figura del Presidente de la República teniendo éxito en esta acción. En palabras de Alessandri:

“¿Y quienes fueron los obreros de tan tremenda devastación? El Ejército y la Marina. Precisamente aquellos a quienes la patria entregó una. espada para que defendieran la integridad y la honra en el exterior, el orden y sus instituciones en el interior, para facilitar el progreso y mantener el prestigio y el respeto internacional que inspiran los pueblos sólidamente organizados”. 

Más adelante añade:

“Rotos los vínculos morales de un país, destruidas y desaparecidas las fuerzas morales que representan el derecho, la justicia y la majestad soberana de la ley, surge imponente e incontenible la voluntad arbitraria y caprichosa de uno o varios hombres.  Muy honorables y bien inspirados pueden ser quienes sin autoridad legítima, sin razón ni derecho, han usurpado el poder, porque han querido y porque han dispuesto de la fuerza material para imponer sus designios; pero nadie les garantiza su permanencia ahí;. Carecen de autoridad moral para exigir a los demás el respeto que ellos no supieron guardar a las instituciones fundamentales del país y a los hombres establecidos por ellas”.

Grove

Grove

¿Qué sucedía en Chile tras el exilio del Presidente Arturo Alessandri? Se formó una primera junta formada por Luis Altamirano, el general Juan Bennett y el almirante Francisco Neff, quienes clausuraron el Congreso y publicaron un Manifiesto de la Junta Militar en donde se planteaban los principales lineamientos del programa. Ahora bien, esta Junta no duraría puesto que entró en conflicto con otra parte del ejército la cual recelaba de la cercanía entre los miembros de la junta y sectores de la oligarquía nacional. Tal acercamiento se hizo evidente cuando propusieron como candidato a la presidencia al conservador Ladislao Errázuriz. Esto trajo una reacción de parte de los sectores mesocráticos del Ejército, entre estos, Marmaduke Grove y Carlos Ibáñez del Campo. Como explican Sater y Collier:

“Con la creación de la Junta, las iniciativas pasaron una vez más a los oficiales de alto rango, que mantenían una estrecha relación con la Unión Nacional. Los futuros reformadores militares sospecharon que se estaba preparando el terreno para una restauración conservadora, que estaría encarnada en la candidatura presidencial del archiconservador Ladislao Errázuriz (8 de enero)”.

Finalmente, explican los autores que, tanto Ibáñez como Grove optaron por la conspiración y fue el 23 de enero de 1925 cuando las tropas rodearon La Moneda y Altamirano y Bennett fueron Arrestados (Neff se encontraba fuera de Santiago). Se procedió a formar una nueva Junta integrada por el civil Emilio Bello Codesido, el almirante Carlos Ward y el general Pedro Pablo Dartnell”. Ibáñez fue nombrado Ministro de Guerra lo cual sería el inicio de la acumulación y escalada en el poder por parte de Ibáñez. Sería esta junta la que solicitaría el regreso de Arturo Alessandri a la presidencia. 

El “León” (Alessandri) domado por Ibáñez del Campo

El “León” (Alessandri) domado por Ibáñez del Campo

Alessandri retornaría al país en marzo 1925 a un gobierno que se encontraba sin un poder legislativo, bajo la tutela del Ejército, específicamente, bajo la influencia de Carlos Ibáñez del Campo. Alessandri había solicitado ciertas condiciones para su regreso en su “Telegrama de Roma”. Entre estas se encontraba la inmediata conformación de un Gobierno civil y que las Fuerzas Armadas regresaran a la normalidad de sus funciones y dejasen al Jefe de Estado independencia para ejercitar sus facultades. A esto añadía la organización de una Asamblea Constituyente que reflejara el pluralismo político. Como ya señalé, esto no se cumplió, puesto que los militares no regresarían a sus cuarteles y la Asamblea Constituyente nunca se llevaría a cabo. Pero  como destaca Portales, existían algunas coincidencias básicas entre Alessandri y los militares.

La  primera  era el establecimiento de una Constitución presidencialista. La segunda, más implícita, era la de continuar con la clausura del Congreso. La vida del Presidente Alessandri no fue fácil bajo el tutelaje militar. Por ejemplo, Portales señala que le fue asignado al Presidente no menos de 12 edecanes que tenía la misión de espiarlo, atisbarlo y denunciarlo. También tuvo que hacer frente a actos de desobediencia e insubordinación por parte de miembros del Ejército. Este período no estuvo exento de violencia y represión, siendo un caso tristemente emblemático la “masacre de La Coruña”en donde, tras la ocupación de las oficinas salitreras, las fuerzas de orden respondieron con cañones y ametralladoras. Uno de los acontecimientos más emblemáticos fue la nueva Constitución de 1925

FIN PARTE 5

Bibliografía

Adolfo Ibáñez Santa María, Historia de Chile (1860-1973)

Simon Collier y William Sater (1808-1994)

Edgardo Boeninger, Gobernabilidad. Democracia en Chile.

Patricio Silva. En el nombre de la razón. Tecnocracia y política en Chile.

Sofía Corra et al, Historia del Siglo XX chileno

 Iván Jaksic y Juan Luis Ossa (Ed.), Historia política de Chile, 1810-2010. Tomo I. Prácticas políticas.

Patricio Meller, Un siglo de Economía Política chilena (1890-1990)

Eduardo Ortiz, La Gran Depresión. 1929, impacto en Chile.

Documentos sitio web Memoriachilena

Arturo Alessandri Palma, Recuerdos de Gobierno, Adminsitración 1920-1925 (Tomo I)

René Millar Carvacho, La elección presidencial de 1920

Jorge Rojas Flores, La Dictadura de Ibáñez y los sindicatos (1927-1931)

René Millar Carvacho, Significados y antecedentes del movimiento militar de 1924.

Patricio Bernedo, Prosperidad económica bajo Carlos Ibáñez del Campo, 1927-1929. Historia Volumen 24, Instituto de Historia PUC (1989) 

Boletín de las Leyes i Decretos del gobierno, Libro XCVI (1927)