7/25-Oskar Lange:  Economía Política Marxista y Planificación Central (por Jan Doxrud)

7) Oskar Lange:  Economía Política Marxista y Planificación Central (por Jan Doxrud)

 

El tercer procedimiento  es la verificación, vale decir, confrontar los resultados obtenidos o, para ser más precisos, confrontar las leyes y teorías que se encuentran en un nivel bajo de abstracción con el desarrollo real del proceso económico. Dentro de los problemas que se presentan en este procedimiento se encuentra, en primer lugar, la identificación práctica de las categorías económicas y, en segundo lugar el grado de conformidad de las leyes y teorías de la economía política con el proceso económico real. El primero se refiere a identificar aquellos elementos concretos de la realidad que se correspondan con la categoría económica. El ejemplo que da Lange es que en la teoría de la reproducción marxista se diferencia entre la producción de medios de producción y medios de consumo. 

Teniendo esto en consideración puede suceder que una materia prima como el carbón puede funcionar como ambas por lo que se hace necesario separar la producción del carbón de acuerdo a su destino. Otro ejemplo guarda relación con la clasificación de grupos sociales en las zonas rurales. Sabemos que Mao en China estableció categorías arbitrarias que obedecían a su voluntad, pero resulta que tal clasificación resulta ser más compleja que ña divisoria campesino/terrateniente. Lange ejemplifica esto con la figura del obrero-campesino el cual posee tierra y trabaja en una fábrica. En lo que respecta a la segunda dificultad, se refiere a la verificación de las leyes y teorías confrontándolas con la realidad del proceso económico para poder evaluar su conformidad a este mismo. 

capital-accumulation.png

Por último, el procedimiento de verificación puede ser estadístico e histórico. El primero se refiere a aquellos procesos que pueden ser mensurados cuantitativamente. En cambio, la verificación histórica que, a diferencia del anterior, el proceso económico no es cuantitativamente mensurable y, aún pudiendo ser mensurado, tal proceso está sometido a factores fortuitos que generan perturbaciones excepcionales como lo pueden ser guerras o plagas, que pueden contradecir una teoría en particular (fruto de su alto grado de abstracción). 

Añade el autor que estos dos tipo de verificaciones no son mutuamente excluyentes y, aunque la verificación histórica constituya el principal medio para corroborar leyes y teorías, la estadística puede jugar un papel auxiliar. Un ejemplo que da Lange es el estudio del ciclo económico capitalista, cuya historia. En cuanto al tema de “experimentación” en economía, Lange reconoce que su alcance es bastante limitado aunque esto no significa que no puedan ni deban ser intentados. Es claro que es imposible alterar deliberadamente las características de una nación entera para adaptarlo a una hipótesis, pero sí se pueden realizar experimentos a una escala más modesta. 

Lange cita el caso de experimentos llevados a cabo en 1957 y 1958 en el campo de la dirección de empresas socialistas en donde se estudiaban los efectos de ciertos estímulos, como por ejemplo, la participación de los beneficios de esta o la aplicación de diversas formas de remuneración. A esto el economista polaco añade que en una economía de libre mercado es más difícil la llevar a cabo estos experimentos esgrimiendo una curiosa razón: las empresas tienen una débil libertad de acción de manera que no puede “apartarse” de un tipo de comportamiento específico para realizar una experimentación alternativa. En otras palabras, Lange nos dice que un régimen socialista de tipo soviético la empresa tendría la suficiente “libertad” para realizar una serie de experimentos…pero las críticas las guardaremos para más adelante.

Lange describe estos 3 procedimientos como un  “proceso dialéctico del conocimiento” donde se va desde la experiencia hacia lo abstracto, hacia un reflejo simplificado de la realidad, para luego confrontar el pensamiento con la realidad por medio de la concretización progresiva y la verificación.

Captura de Pantalla 2020-05-08 a la(s) 19.01.59.png

Las últimas páginas del capítulo IV Lange a los modos de inferencia dentro de la economía política destacando 3 tipos de inferencia. La primera es la deducción y al respecto Lange señala que la mayor parte de la investigación en economía política consiste precisamente en eso: extraer conclusiones verificables a partir de suposiciones generales y abstractas. Como sabemos, la deducción es un procedimiento intelectual que permite ir desde afirmaciones o verdades más generales hasta afirmaciones o verdades menos generales y más particulares. Ahora bien un razonamiento deductivo es válido si la conclusión se sigue de sus premisas y esto no es suficiente, puesto que tales premisas tienen que estar basadas en la realidad, en otras palabras en la inducción, que va de los casos particulares a los generales o universales. Si no tenemos en cuenta esto quedaremos con razonamientos formalmente válidos pero materialmente falsos. Al respecto comenta Lange: 

“Por esto, la corrección de la deducción no basta para garantizar la verdad de las conclusiones. Estas son necesariamente verdaderas únicamente si son verdaderas las premisas de la deducción. En economía política, como en las demás ciencias que se ocupan del mundo empírico, las premisas de la deducción son el resultado de la inducción basados sobre la observación”.

Añade el autor que dentro de la deducción juega un rol medular la axiomatización y la formalización. Un axioma es un postulado que se supe verdadero sin necesidad de probarlo, por lo que axiomatizar es establecer una serie de tales enunciados. En cuanto a la formalización, siguiendo a Mario Bunge, es la transformación de las expresiones del lenguaje común en fórmulas o modelos matemáticos. Al respecto Lange explica que la axiomatización permite determinar con precisión las suposiciones o hipótesis que constituyen las premisas del razonamiento. Por otro lado, la formalización de las inferencias permite construir un lenguaje más preciso de categorías económicas que tienen carácter de magnitudes como el valor, precio, costos de producción, beneficio, etc. Incluso categorías como la de obrero o capitalista pueden ser traducidas en magnitudes en virtud de la frecuencia de sus manifestaciones: número de obreros en una rama de la industria, número de asalariados dentro de la población, número de empresas estatales, etc.

41wC6H5Px9L._SX326_BO1,204,203,200_.jpg

En el capítulo V Lange realiza un análisis praxeológico de la economía y, junto a esto, examina la temática de la racionalidad económica. Como nos explica Mario Bunge en su “Diccionario de Filosofía”, la praxeología es la teoría de la acción por lo que constituye un componente de la filosofía práctica. La praxeología constituye la piedra metodológica angular de la Escuela Austriaca de Economía en donde uno de sus fundadores, Ludwig von Mises, dedicó un voluminoso libro al respecto. Su discípulo, Murray N. Rothbard explicaba que la praxeología se fundamentaba en el axioma fundamental de que los seres humanos actúan, esto es, que los individuos realizan acciones conscientes hacia objetivos elegidos. En el caso de Lange, la praxeología es la ciencia de la actividad racional. Pero antes de abordar esta disciplina, hay que primero aclarar el concepto de racionalidad en la obra de Oskar Lange

La actividad económica de los seres humanos es una de carácter consciente e intencional, y se encuentra sometida a estímulos que sirven de guía, pero ante los cuales el ser humano también puede reaccionar. El ser humano cuando actúa busca conseguir ciertos fines y, para alcanzarlos, utiliza una serie de medios disponibles por lo que la actividad económica, señala Lange, consiste en realizar determinados fines con la ayuda de ciertos medios. El conjunto de los medios que sirven para alcanzar un fin constituye la “técnica” o “método”, esto es , un “comportamiento sistemático encaminado a la obtención de un fin determinado. 

69274857-concepto-de-revisión-continua-en-las-ruedas-dentadas-representación-3d.jpg

De acuerdo a esto, la “tecnología” esa el saber basado en el conocimiento de las ciencias como la física, química y biología, así como también la psicología, y la capacidad de aplicarlos en miras de alcanzar un determinado fin. Ejemplos que da Lange es la tecnología de los transportes de tierra y agua, o la tecnología de la proyección cinematográfica. En cuanto a la “eficiencia” esta vendría a ser aquella situación en donde el fin se realiza de acuerdo a lo planificado por el agente mediante la técnica, en otras palabras, cuando el medio escogido para alcanza del fin resulta ser el correcto y el que ahorra, por lo demás, mayor costo en la consecución de tal fin.

Un sistema capitalista de producción se caracteriza, de acuerdo a Lange, por la producción mercantil y los intercambios mercantiles monetarios . Por ende, es esta característica la que estructura todo el sistema de fines y medios en la sociedad. De acuerdo a lo anterior, en un régimen capitalista de producción la “actividad para el lucro” se transforma en el principal fin de la acción racional. Al respecto escribió Lange:

La actividad lucrativa (…) consiste en producir mercancías, así como en venderlas y en revenderlas (entre ellas figura también el trabajo), con el fin de obtener cierta cantidad de dinero, dicho de otro modo, un ingreso en dinero”.

istockphoto-166007893-1024x1024.jpg

En virtud de lo anterior, el “ingreso en dinero” se convierte, dentro de la economía monetario-mercantil, en una necesidad económica, y los medios (técnica) se encuentran subordinados a alcanzar este último fin, por lo que se produce una “integración de los medios por un fin común”. En cuanto al concepto de racionalidad mencionado anteriormente, Lange señala que es justamente la racionalidad una de las características de la actividad lucrativa. Lange entiende por acción racional de la manera en que la planteó Max Weber, esto es, una racionalidad teleológico o finalista aunque no coincide con Mises en que toda acción consciente e intencional sea una “acción racional”. Sumando al carácter racional de la “actividad lucrativa”, es decir , basado en un razonamiento calculador, se introduce también la mensurabilidad, por lo que tanto los fines como los medios comienzan a considerarse bajo un aspecto cuantitativo para expresarlos en “unidades homogéneas de medida”, vale decir, en  monetarias. Incluso el trabajo, considerado como una mercancía, puede ser expresada en unidades monetarias, siendo parte de los costos de las empresas. 

De esta manera se hace posible establecer comparaciones cuantitativas entre fines y medios, entre ingresos y costos, para así determinar lo que Lange denomina como el “fin universal” de la empresa capitalista: el beneficio. Junto a esto resulta de crucial importancia la introducción del “cálculo” (y la contabilidad) o cómputo monetario de todos los componentes del ingreso y el costo. Pero la obtención de un beneficio no es el único objetivo de la empresa capitalista puesto que a lo que realmente apunta es a una “maximización” del beneficio o como señala Lange “la realización del fin en el grado más elevado que sea posible en las condiciones dadas”.

maximizar-las-utilidades.jpg
Maximización-de-beneficio-en-Competencia-Perfecta.jpg

Teniendo en consideración lo anterior, tenemos que para Lange el “principio de racionalidad económica” es sinónimo de “principio económico” el cual, en virtud del principio de “máximo resultado” busca obtener el grado máximo de la realización del fin por medio del gasto en determinados medios. Pero existe una segunda variante de este principio económico que es el de la “economía de medios” que nos dice que podemos obtener la máxima realización de un fin mediante un gasto mínimo de medios. Al respecto explica el economista polaco:

La forma de utilizar los medios, de acuerdo con el principio de la racionalidad económica, se llama utilización óptima de los medios. Si la utilización de los medios se separa de este óptimo, se dice que hay despilfarro de medios. El despilfarro es un síntoma de actividad no racional; significa que el fin de la actividad no se logra en el máximo grado posible, de acuerdo con los medios disponibles. Podemos, pues, decir que la aplicación del principio de la racionalidad económica consiste en utilizar los medios de forma óptima, o sea, en excluir el despilfarro”.

 Artículos complementarios

János Kornai: el sistema socialista (por Jan Doxrud)

Reseña: La Fatal Arrogancia de Friedrich Hayek (por Jan Doxrud)

Friedrich Hayek: Socialismo y la planificación para la esclavitud (por Jan Doxrud)

(I) Carl Menger y la refutación de la teoría del valor marxista (por Jan Doxrud)

(II) Carl Menger y la refutación de la teoría del valor marxista (por Jan Doxrud)

El Libro Negro del Comunismo (II): planificación y control social (por Jan Doxrud)

(I) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El problema del cálculo económico (por Jan Doxrud)

(Parte II) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El problema del cálculo económico (por Jan Doxrud)

(Parte III) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El problema del cálculo económico (por Jan Doxrud)

(Parte IV) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El caso chino y el “Comunismo de guerra" de Lenin (por Jan Doxrud)

Parte V ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El comunismo soviético (por Jan Doxrud)

Parte VI ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? La teoría de la acción humana de la Escuela Austriaca de Economía (por Jan Doxrud)

Parte VII ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? la ilusión de la planificación central (por Jan Doxrud)

Parte VIII ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? ¿Son las matemáticas la salvación?  (por Jan Doxrud)