12/25- Oskar Lange:  El debate en torno al cálculo económico y la planificación central (por Jan Doxrud)

12) Oskar Lange:  El debate en torno al cálculo económico y la planificación central (por Jan Doxrud)

En el capítulo XIII de “La Acción Humana”, Mises añade que el cálculo monetario es un método que pueden utilizar aquellas personas que viven en una sociedad basada en la propiedad privada de los medios de producción. Sin esta institucionalidad, las personas no puede emprender el proceso de producción puesto que no podría, entre otras cosas, realizar los cálculos comerciales de costes y beneficios y llevar la contabilidad de las pérdidas y ganancias. A esto añade el economista austriaco:

“Nuestra civilización está inseparablemente ligada al cálculo económico y se hundirá tan pronto como renunciemos a tan inapreciable herramienta intelectual. Razón tenía Goethe cuando aseguraba que la contabilidad por partida doble era “uno de los descubrimientos más ingeniosos de la mente humana”.”

Los proyectos empresariales resultan ser complejos puestos que, ademas de ser riesgosos y de estar sometidos a la incertidumbre, requiere del empresario la capacidad de elegir, de entre los múltiples medios escasos (bienes de capital) y con usos alternativos, aquellos más útiles para conseguir el fin propuesto. Es por ello que Mises señala – y aquí tenemos una crítica a la planificación central –  que el espíritu de un solo hombre, por más genial que sea, es incapaz de apreciar la importancia de cada uno de los bienes de orden superior (y sus respectivos costo de oportunidad) así como la infinidad de diferentes posibilidades de producción, sin recurrir al cálculo económico. 

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Sin cálculo económico no hay economía y, por consiguiente, Mises afirma que en una sociedad socialista (aislada) es imposible toda actividad económica. Pero no solo esto, el cálculo económico no puede ser efectuado por una sola entidad para todo el sistema económico. No importa si se trata de un grupo de personas o tecnócratas muy inteligentes y capaces, el resultado será que es imposible abarcar tan titánica tarea. El resultado sería que el sistema socialista se movería en la oscuridad y la acción racional cesaría, es por ello que Mises afirmaba que el socialismo era “la supresión de lo racional y, por ello mismo, de la economía”.

En toda empresa, continúa explicando el autor, los distintos departamentos pueden llevar a cabo con independencia sus cuentas, computar sus materiales y el trabajo, establecer un balance particular para cada grupo y poder así abarcar en un cálculo los resultados de la actividad. De esta manera cada sección de la empresa podrá evaluar la eficiencia con la que opera, sacar  las conclusiones respectivas y ajustar sus planes de acción futuras. 

Posteriormente Mises señala que se podría pensar que lo anterior podría suceder en el caso del sistema socialista, ante lo cual Mises da un rotunda respuesta: no sucede lo mismo. La razón de esto es que el cálculo efectuado en el caso anterior se realiza en base a “precios de mercado” para toda clase de bienes y trabajo que se emplean en la actividad productiva. En cambio, dentro de un sistema socialista donde no existe un mercado para los factores de producción, el cálculo económico es imposible.

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En cuanto a realizar un cálculo basado en la teoría del valor de la fuerza de trabajo, Mises la desecha, puesto que resulta complejo y engorroso y, por lo demás Marx no toma en cuenta los distintos tipo y calidad de trabajos, de manera que los funde todos en un “trabajo abstracto” Más allá de lo señalado por Mises, seguir aceptando la teoría del valor trabajo es como creer, en materia astronómica, que la tierra todavía es plana o que se encuentra posicionada en el centro del universo. En primer lugar tenemos esta teoría tiene una concepción reduccionista de la riqueza, es decir, enarbola el trabajo como la única fuente de valor y, por ende, la riqueza es solo producto del trabajo manual del obrero.

Pero lo anterior ignora que  la riqueza no tiene un único origen, en este caso, el trabajo humano, puesto que intervienen otros factores como instituciones políticas, la existencia de un Estado de Derecho, el desarrollo tecnológico, capital humano, etc. Así las sociedades no se enriquecen porque tengan a más personas trabajando, todo lo contrario, a lo largo del tiempo se ha ahorrado trabajo, ha aumentado la producción y con ello la riqueza. Por lo demás, y esto ya lo había sido advertido por Böhm-Bawerk, una cosa es la producción de bienes y otra cosa es el “valor”, el cual no deriva de la producción sino que de las valoraciones subjetivas de las personas.

En segundo lugar esta teoría se adhiere a una concepción objetiva del valor, de manera que ignora  la teoría subjetiva del valor y  cae presa del espejismo de que el valor es algo objetivo y que, en este caso, viene determinado pro el trabajo socialmente necesario para fabricar un determinado bien. 

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En tercer lugar  el  trabajo no es origen del valor puesto que existen cosas que tienen valor sin que hayan incorporado trabajo como el oro o los diamantes y, en segundo lugar,  trabajos  iguales no tienen mismo valor y eso lo podemos ver en nuestras vidas diarias como es el caso de los actores, chefs, pintores, artistas, novelistas…sus trabajos no pueden ser reducidos a un trabajo abstracto que diga: “ser humano que pinta”,  ser humano que cocina” o un “ser humano que actúa. Por último, tenemos que un café, como lo de  Starbucks no son caros porque cuesta más hacerlos. Si un café vale  x pesos es porque la sociedad está dispuesta a pagar y, como esta dispuesta a pagar eso, los productores están dispuestos a su vez a pagar altas sumas por tener locales en zonas estratégicas de la ciudad. Es por estas y otras razones que el calculo económico no puede efectuarse teneiendo como base la creencia en una teoría del valor basada en el trabajo

En síntesis, para Mises, demostrar la imposibilidad del cálculo económico en un sistema socialista es demostrar, a su vez, que el socialismo es irrealizable. A esto añade el autor que ningún escrito posterior a su crítica a logrado refutar su tesis central. Uno podrá preguntarse que dice Mises sobre el funcionamiento de la URSS y sus estados satélites. La respuesta está en el título de la sección I de la parte 2 de su libro: el Estado Socialista aislado. Como señala Mises, el caso de los bolcheviques, la construcción del Estado soviético no ha permitido plantear el problema del cálculo puesto que este está inserto dentro de un mundo en donde los preciso se fijan en dinero. El punto de Mises es que los socialismos reales funcionan gracias a la ayuda del entorno no socialista.

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Al respecto comenta el autor:

“En Rusia habría fracasado desde hace largo tiempo el socialismo, abandonado a sí mismo, si no hubiese estado sostenido financieramente por los países capitalistas (…) Sin la base de cálculo que el capitalismo pone a disposición del socialismo, bajo la forma de precios de mercado, la dirección socialista de la economía (…) sería impracticable”.

Más adelante añade el mismo autor:

“Los escritores socialistas pueden todavía, por mucho tiempo, seguir escribiendo libros sobre el fin del capitalismo y el advenimiento del milenio socialista; pueden pintar los males del capitalismo con lo más vivos colores y oponerles todas las seducciones de los beneficios socialistas; pueden tener con sus obras los mayores éxitos entre las gentes incapaces de pensar, pero ello en nada cambiaría el destino de la idea socialista. El intento de organizar el mundo conforme al socialismo podría traer la destrucción de la civilización, jamás la edificación de una comunidad socialista”.

En síntesis , y como ya lo señalé en otro artículo, el economista de la Universidad de George Mason, Peter Boettke, resume las ideas de Mises   en su libro “Calculation and Coordination. Essays on socialism and transicional political economy” de la siguiente manera:

1-Sin propiedad privada de los medios de producción, no existirá un mercado para los medios de producción.

2-Sin un mercado de los medios de producción, no existirán precios monetarios para los medios de producción.

3-Sin precios monetarios que reflejen las escasez relativa de los bienes de capital, los responsables de tomar las decisiones económicas no podrán calcular racionalmente los usos alternativos de los bienes de capital.

4-Lo anterior se resume en los siguiente: en ausencia de propiedad privada de los medios de producción, no es posible llevar a cabo el cálculo económico de manera racional.

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Por su parte, el ya mencionado Don Lavoie resumió como sigue el argumento de Mises:

1-Es imposible realizar una planificación central racional de la vasta y compleja economía moderna.

2-Sin propiedad privada de los medios de producción no podía existir un mercado competitivo para estos bienes de capital.

3-Sin mercados no podía haber precios para los diversos y escasos medios de producción.

4-Al carecer de la guía de los precios de mercado, los planificadores centrales estarían "a oscuras" en cuanto a la escasez relativa de los diferentes componentes de la estructura de capital.

5-Los planificadores centrales fracasarían indefectiblemente en su tarea de combinar y utilizar con eficacia los bienes de capital.

A esto podemos añadir  otro punto,  destacado por Cobeddu, y es que Mises critica el hecho de que el socialismo no incorporara la revolución marginalista y continuase estancado en una cosmovisión económica ya superada. Así, Mises señalaba que Marx había tenido la mala suerte de que ni siquiera sospechó la revolución que estaba experimentando la economía cuando escribía su libro. Recordemos que el primer volumen de “El capital” fue publicado en 1867, mientras que los “Principios de Economía” de Carl Menger y la “Teoría de la Economía Política” de William Stanley Jevons en 1871 (cuando Marx aun vivía)

Como lo concebían Mises y los miembros de la Escuela Austriaca, la economía no se caracteriza por el equilibrio ni por una “competencia perfecta”, todo lo contrario, lo que caracteriza a un sistema económico es el dinamismo, el cambio y, or lo demás, la ya mencionada incertidumbre y el riesgo. Como explica Mises, los socialistas tienen una visión estática de la economía  dejando de lado la incertidumbre y al hecho de que cualquier acción económica debe ajustarse a un futuro indeterminado “y que su éxito económico permanece incierto, aun cuando esta acción sea acertada técnicamente”.

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Todo lo anterior hace que la labor del planificador central sea aun más complejo de realiza y, peor aún, si no se cuenta con un mercado que de cuenta de la abundancia o escasez de recursos por medio de las señales que nosotros conocemos con el nombre de precios: precios de bienes y servicios, precios de los bienes de capital, tasa de interés, etc. Sumado a lo anterior, Mises rechaza la distinción que los socialistas hacen entre la producción para el lucro y la producción para satisfacer las necesidades. 

Esto es un falso dilema y, como explica Thomas Sowell, el lucro o ganancia constituyen poderosos incentivos para el productor y que lo empuja a innovar y a ser más efiencientes. Pero estas palabras como “eficiencia” e “innovación” no formaban parte de la economía soviética, al menos durante la era stalinista. En suma el lucro es el precio que se paga por la eficiencia y, como afirma Sowell, el incremento de la eficiencia debe ser mayor que el lucro, de lo contrario “el socialismo habría provocado, en la práctica, precios mas asequibles y mayor prosperidad, como sus teóricos esperaban, pero esto último nunca se materializó en la realidad”. 

En el siguiente artículo examinaremos la respuesta de Oskar Lange

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(II) Carl Menger y la refutación de la teoría del valor marxista (por Jan Doxrud)

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(I) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El problema del cálculo económico (por Jan Doxrud)

(Parte II) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El problema del cálculo económico (por Jan Doxrud)

(Parte III) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El problema del cálculo económico (por Jan Doxrud)

(Parte IV) ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El caso chino y el “Comunismo de guerra" de Lenin (por Jan Doxrud)

Parte V ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? El comunismo soviético (por Jan Doxrud)

Parte VI ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? La teoría de la acción humana de la Escuela Austriaca de Economía (por Jan Doxrud)

Parte VII ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? la ilusión de la planificación central (por Jan Doxrud)

Parte VIII ¿Por qué el socialismo nunca funcionará? ¿Son las matemáticas la salvación?  (por Jan Doxrud)