5/5-Israel, israelíes y judíos: la persistencia de prejuicios y estereotipos (por Jan Doxrud)
Pasemos ahora a examinar algunos de los tristemente célebres documentos que se han escrito contra los judíos y veremos que muchos de aquellos estereotipos aun prevalecen, como por ejemplo, en el mundo árabe donde aún repiten las mismas acusaciones fantasiosas y absurdas escritas en los “Protocolos de los Sabios de Sión”. Incluso Hamas en su carta fundacional hace referencia a las falacias escritas en los “Protocolos”.
Los Protocolos de los Sabios de Sión constituye la madre de todas las teorías conspirativas en donde una élite poderosa y secreta que todo lo permea – representada por los judíos – ha estado maquinando desde las sombras y desde hace siglos (incluso fueron los artífices de la Revolución francesa), un plan para de hacerse con el poder mundial. Se le atribuye su publicación – 1905 – al escritor religioso y agente de la Ojrana (policía secreta zarista) Sergei Alexandrovich Nilus (1862-1929).
Los “Protocolos” constituyeron un apéndice de la tercera edición de un libro de Nilus titulado Lo grande en lo pequeño: La venida del anticristo y el dominio de Satanás en la Tierra. Ahora bien su autoría no es clara, aunque los dardos apuntan a la división parisina de la Ojrana bajo la dirección de Pytor Rachovsky (1851-1910). Los “Protocolos” (24 en total) serían una suerte de acta secreta del Congreso Sionista de Basilea de 1897 convocado por Theodor Herzl.
Este escrito, al parecer sería, en parte, una copia de otra obra de Maurice Joly (1829-1872) titulada “Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montresquieu” (1858). También se ha señalado que los “protocolos”” se habrían inspirado en la novela del escritor antisemita alemán Hermann Goedsche (1815-1878) Biarritz (1868) en donde las doce tribus de Israel se reúnen secretamente en el cementerio judío de Praga. Hacia 1920 este texto ya había sido publicado en Alemania, Polonia, Francia, Inglaterra y los Estados Unidos. En 1920 Henry Ford (aunque algunos cuestionan que hay sido el verdadero autor) publica The international jew: the world's foremost problem y que aún se puede encontrar en librerías
En los Protocolos podemos leer varias ideas que retomarían otros autores o grupos posteriormente, como fue el caso del mencionado Henry Ford, Adolf Hitler o Hamas. En este escrito podemos ver cómo se está gestando un plan maestro para dominar el mundo. Específicamente son los judíos quienes buscan establecer un gobierno central todopoderoso que les permita manejar todas las fuerzas sociales. Lo anterior, sería el resultado de una serie de acciones que buscan promover el engaño y la confusión dentro de la población.
Al populacho (la masa) de ls diversas naciones hay que convencerlo de manera sutil y, para ello, los conspiradores se deben presentarse como sus liberadores, fomentando que la masa de oprimidos ingresen a las filas de “sus” ejércitos socialistas, anarquistas y comunistad. Esto último es interesante, puesto que el judio no solo es identificado con el “gran capital”, con el mundo financiero y el de la economía en general, sino que también con los grupos de extrema izquierda, revolucionarios y bolcheviques. En el protocolo IX podemos leer:
“Disponemos de servidores de todas las opiniones y todas las doctrinas: restauradores de monarquías, demagogos, socialistas, comunistas y utopistas de todos tipos. Todos ellos colaboran con nosotros. Cada cual, a su manera, mina el poder y se esfuerza por derrumbar cuanto se mantiene en pie”.
Pero ciertamente el poder económico es uno de los grandes medios que tienen a su disposición para controlar el mundo. Así, podemos leer que, como el dinero lo decidirá todo, los conspiradores contarán con una pléyade de banqueros, industriales, capitalistas y, sobre todo, millonarios. A esto añaden que las ciencias económicas constituyen las asignaturas primordiales que les enseñan a los judíos. El otro medio indispensable para que el plan se concrete es el control de la prensa, tal como podemos apreciar en el protocolo XII:
“La literatura y el periodismo son los medios educativos más importantes. Por eso, nuestro gobierno será el propietario de la mayoría de los periódicos. Así, la influencia perniciosa de la prensa particular quedara neutralizada y obtendremos una autoridad enorme sobre el publico. Si autorizamos la publicación de diez periódicos, fundaremos treinta de los nuestros. Los periódicos que editemos serán, aparentemente, de tendencias y opiniones opuestas. Esto habrá de inducirles confianza a todos y habrá de atraer, sin recelo, a adversarios que caerán en la trampa y se volverán inofensivos (…) Nuestros periódicos serán de todas las tendencias: aristocráticos, republicanos, revolucionarios y hasta anarquistas”.
En suma, estamos ante un escrito que carece de coherencia, racionalidad y evidencia, pero que satisface el paladar de aquellas personas que caen fácilmente bajo el embrujo de estos relatos totalizantes que pretenden dar una explicación simple a temas complejos. Los “Protocolos” han tenido una gran difusión en el mundo árabe y se utilizan como si fuese un documento histórico verídico y fiable que prueba los planes de los judíos, tal como lo hace Hamas. Por su parte, Taguieff señala que es frecuente que en los textos publicados por islamistas en las décadas de 1980 y 1990 se entremezclen el lenguaje propio del marxismo-leninismo (con la denuncia del imperialismo) con el lenguaje antisemita propio de los “Protocolos de los sabios de Sión”.
Esta misma línea sigue el empresario Henry Ford quien califica al judío como un enigma mundial. La razón de esto es que, a pesar de que en su mayoría no son ricos, sucede que igualmente domina “el mercado económico y hacendístico del mundo entero”. Ford destaca un artículo del Chicago Tribune del 19 de junio de 1920 en donde se nuevamente se asocia la figura del judío al del revolucionario comunista bolchevique (incluso Ford en el capítulo XIX habla de la Rusia comunista como una “hechura del panjudaísmo” .
Ahora bien, el artículo distingue entre el bolchevismo y la aspiración judía al poder mundial. El primero busca subvertir la sociedad existente y promover la confraternidad de los obreros, mientras que el segundo busca establecer la hegemonía mundial de una sola raza. Se insinúa en el artículo que este segundo grupo se encuentra también infiltrado en el primero. Sea como fuere el hecho es que, tal como podemos leer en el ya citado capítulo XIX Ford es claro en lo que respecta a la relación entre los judíos y los bolcheviques en Rusia
Frente a los no judíos es niega el carácter judío del bolchevismo, mientras que en el seno de la comunidad judía, o expresado en los más raros dialectos judíos, o escondido también en la Prensa judía nacionalista y frente a los judíos mismos, se descubren orgullosas protestas de que el bolchevismo es genuinamente judío”.
Incluso se nos presentan datos estadísticos que buscan probar el predominio judío en la “Rusia roja” (comunista). Específicamente se presenta el porcentaje de judíos dentro del Consejo de Comisarios Populares, la comisión de Guerra, los Comisariatos de Asuntos Exteriores, Hacienda, Instrucción Pública, etc. Como ya señalé anteriormente el judío, además de estar vinculado con el comunismo internacional, también representa el campo contrario: el del capitalismo financiero.
Hacia el final de su libro, en el capítulo XXV, Ford afirma que el poderío financiero judío se fundamenta en las relaciones recíprocas internacionales que se extienden sobre el mundo como una cadena ininterrumpida de Bancos y puntos de enlace financieros. Junto con esto Ford retoma la figura del “judío usurero” haciendo referencia a los Rothschild quienes en realidad no eran banqueros “en el sentido propiamente dicho de este oficio”. Junto con esto Ford agrega
“(…) fueron prestamistas de dinero a los Estados, a cuyos representantes había previamente sobornado para que emitieran empréstitos. Estos judíos enhebraban sus negocios exactamente según las mismas máximas, como el usurero, que induce al hijo inocente del aristócrata a que el pida dinero prestado, sabiendo que su padre lo pagará”.
Pasemos a examinar algunos pasajes del “Mein Kampf” (“Mi lucha”) de Hitler, escrito en la “prisión” de Landsberg donde fue ingresado tras el fallido Putsch de Münich. En el capítulo II Hitler nos relata sus experiencias en la ciudad de Viena y como, cuando iba caminando, se encontró con una hombre de rizos negros y que vestía un largo caftán. Hitler se pregunta ¿será judío? Continúa relatando como se dedicó a observar sigilosamente a ese hombre y que, a medida que se fijaba en su “extraña fisonomía, estudiándola rasgo por rasgo”, surgió una segunda pregunta ¿será también alemán?
Para adentrarse en el tema Hitler nos cuenta como compró por primera vez folletos antisemitas los cuales no fueron de utilidad puesto que partían de la base de que el lector ya tenía ciertos conocimientos sobre el tema. Sumado a esto, añadía que tales escritos carecían de base científica y su razonamiento resultaron ser superficiales, lo que generó en Hitler más vacilaciones y dudas. Pero en el párrafo Hitler nos cuenta como la figura del judío comenzaba a diferenciarse de las demás personas en Viena.
Para Hitler ya no se trataban de alemanes con una creencia religiosa especial sino que los judíos constituían un pueblo diferente, es decir, la idea de que el judío es un extraño o una suerte de pueblo artificial inserto en tierras “germanas”. Hitler vincula a los judíos con la prostitución y la trata de blanca, así como también al clásico estereotipo del “judío negociante”, “desalmado” y “calculador”. Hitler también vincula a los judíos con el partido socialdemócrata y, a su vez, con el marxismo:
“La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático de la Naturaleza y coloca en lugar del privilegio eterno de la fuerza y del vigor, la masa numérica y su peso muerto. Niega así en el hombre el mérito individual e impugna la importancia del nacionalismo y de la raza abrogándose con esto a la humanidad la base de su existencia y de su cultura”.
Para Hitler el judío es un “fermento de descomposición” y, en el caso de Rusia, asevera que esta potencia había logrado mantenerse gracias a su “núcleo germánico” pero, al imponerse finalmente el judío, cayó bajo el yugo del comunismo
También culpa a los judíos de los males pasados y presentes de Alemania. Los acusa de ser los más grandes instigadores de la devastación alemana y que todo lo que se lee en el mundo en contra de Alemania procede de la inspiración judía. Incluso fueron estos últimos los que antes y durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) – por medio de la prensa judía de la Bolsa y del marxismo, quienes fomentaron sistemáticamente el odio contra los alemanes, lo que se tradujo en que los demás Estados abandonaran la neutralidad y lucharan en contra de Alemania.
En suma tenemos la imagen del judío marxista, pero que a su vez domina el capital financiero y que no establece ningún lazo en los países que habitan: son internacionalistas y solo solidarizan entre ellos. Pero Hitler va más allá puesto que le niega al judío incluso el tener una cultura propia:
“Como el judío jamás poseyó una cultura propia, los fundamentos de su obra intelectual siempre fueron tomados de fuentes ajenas a su raza, de modo que el desarrollo de su intelecto, tuvo lugar en todos los tiempos dentro del ambiente cultural que le rodeaba”.
Avancemos en el tiempo y detengámonos en la carta fundacional de 1988 del Movimiento de Resistencia Islámica (Harakat al-Muqawama al-Islamiya) más conocido como Hamas. En el artículo 20 podemos apreciar como Hamas compara a los judíos con los nazis debido a los actos brutales que comete en contra de la población palestina en donde no distinguen entre hombre y mujer, joven y anciano. Más adelante hacen eco de las clásicos estereotipos en donde los judíos son asociados al dinero, su control de los medios de comunicación internacionales, las agencias de noticias, periódicos, editoriales, estaciones de radiodifusión, etc.
Pero no bastando esto, Hamas realiza otras acusaciones como que los judíos usaron su dinero para incitar revoluciones que lo beneficiaran, siendo ejemplos de esto la Revolución Francesa, la Revolución Comunista y la mayoría de las revoluciones de las que hemos oído hablar “que sucedieron aquí y allá”. Incluso los acusan de estar detrás de la Primera Guerra Mundial por medio de la cual lograron abolir el Califato Islámico. Sumado a esto, estuvieron detrás de la creación de la Liga de las Naciones así como también del desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial. Por si esto fuera poco fueron los judíos lo que ordenaron el establecimiento de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad.
Hamas acusa a los judíos de querer expandirse a lo largo del globo en donde Palestina constituye solo una primera fase para posteriormente continuar su expansión hacia el Nilo y el Éufrates. De acuerdo con Hamas los “Protocolos de los Sabios de Sión” constituye la prueba del plan expansionista de los sionistas. Shlo Ben Ami también hace referencia al supuesto vínculo entre los judíos y el comunismo. El autor cita el caso de un periódico saudí de 1984 Al-Gumburiya en donde se parte señalando que la idea del comunismo nació con el judío Karl Marx y que fueron los judíos quienes estuvieron detrás de la revolución en Rusia (1917).
Junto con esto el periódico afirma:
“Los judíos son los que hoy siguen propulsando el movimiento comunista en Egipto…, la red de espionaje soviética en Estados Unidos está repleta de judíos. Los judíos son la fuerza de choque de la Unión Soviética a través del mundo…, sabemos muy bien que el comunismo y el sionismo son dos caras de la misma moneda”.
No sabemos cómo evolucionará el conflicto en el largo plazo, pero sí hay ciertas ideas bastante claras y es que la situación en la Franja de Gaza va a cambiar radicalmente. Un primer objetivo va a ser eliminar y extirpar de raíz a Hamas de la zona, expulsarla por completo como sucedió hace décadas con la OLP en Jordania en 1970 (Septiembre Negro), de manera que no sea una amenaza directa contra Israel (como lo ha sido hasta hora).
El tema es que Hamas no es una agrupación que este implantada a la fuerza en Gaza. En otras apalabras, este grupo cuenta con masivo apoyo y ya es parte integral de aquella sociedad (aunque existan quienes se oponen a estos)Otra pregunta es ¿hacia donde iría Hamas? En Egipto, Abdelfatah El-Sisi, enemigo acérrimo de los “Hermanos Musulmanes” no permitirá que Hamas pueda infiltrarse en su país (el Artículo 2 de la Carta Fundacional declara que nacieron como una rama de los Hermanos Musulmanes). Jordania tampoco abrirá sus fronteras para una llegada masiva de palestinos.
¿Qué sucederá con la Franja de Gaza? ¿Cuánto tiempo se quedarán los israelíes en aquel territorio? ¿Bajo qué condiciones Israel abandonará la zona? El vacío de poder no existe por lo que tarde o temprano alguien lo llenará ¿Será gobernada por la Autoridad Palestina? ¿Debería tener la ONU algún rol en la reconstrucción integral de la Franja de Gaza? ¿Deberían intervenir los Estados árabes? En los ataques israelíes han muertos miles de palestinos en la Franja de Gaza por lo que cabe preguntarse si esto ¿no hará más que alimentar el odio y crear las condiciones para continúen surgiendo otros movimientos similares a Hamas?
Artículos complementarios
1/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)
2/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)
3/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)
4/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)
5/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)
Antijudaísmo: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)