1/3-De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)

De la neurona a la conciencia: ¿Qué es el materialismo? (por Jan Doxrud)

En   el   presente   escrito   abordaré   una   serie  de conceptos a saber: ontología, el concepto de materialismo   y   materialismo   emergentista. Para algunos puede sonar un tanto abstracto esta clase de temas, pero en realidad son bastante cercanos a nuestras vidas cotidianas. ¿Se ha preguntado alguna   vez  como puede emerger la mente o la conciencia de algo material como el cerebro?  Como ya   señalé   en   otro   artículo, la   ontología,  como   explica   el filósofo Mario Bunge, es la rama de   la   filosofía   que   estudia   las   características más generales de la realidad: el cambio, el tiempo, la causalidad, lo que existe, la vida y la mente. Otro nombre con el que se conoce la ontología es la metafísica, título   de   una   de   las   obras   de   Aristóteles (no   confundir  con la metafísica de movimientos   New   Age   que   son   una verdadera estafa). Ahora bien, Aristóteles no utilizó esta palabra   que, por   lo   demás,   es   atribuída   a   Andronico   de Rodas (quien recopiló y ordenó sus obras). De   acuerdo  a   Aristóteles, la   filosofía   o metafísica tiene como fin el indagar las causas de  los   fenómenos. La  filosofía  (metafísica) es la ciencia de las causas y principios primeros de todas   las   cosas. En  el   Libro IV, Aristóteles   señala   que esta filosofía primera, que se erige como una  ciencia universal, se concentra en el estudio de lo que es  en  tanto que  es, y esta pretensión de máxima universalidad la diferencia de las demás ciencias particulares.

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El  hecho   es   que   estos   temas (ontología, epistemología) no  deben  concebirse   como  inútiles y ajenos   a   nuestras vidas. Nosotros   vivimos  en   un   mundo   en  donde percibimos fenómenos, es decir, aquello que se nos aparece a nuestros distintos sentidos. Pero  el mundo no se reduce al plano fenoménico  (a  lo que se nos aparece) puesto   que   también   existe  un mundo transfenoménico que no es perceptible directamente por nuestros sentidos. No podemos  observar ni tocar una galaxia y  tampoco   tenemos   un   acceso   directo   al  mundo cuántico. Existen algunas filosofías que se plantean que sólo existen los fenómenos, como fue el caso de George Berkeley (1685-1753). Para este autor “ser  es  ser  percibido”, es decir, las  cosas existen en la medida en que son percibidas. ¿Y que sucede si todos estamos durmiendo, acaso  dejamos  de existir? La respuesta es que no, puesto que  la  mente de Dios está siempre observando al mundo. Stephen Hawking y Leonard Mlodinov plantean así este tema:

"Algunos antirrealistas han querido incluso restringir la ciencia a las cosas que pueden ser observadas. Por esta razón, muchos en el siglo XIX rechazaron la idea de átomo a partir del argumento d que nunca podríamos ver ninguno. George Berkeley fue incluso tan allá que afirmó que no existe nada más que la mente y sus ideas "

Esta clase de filosofía es profundamente, subjetivista antropocéntrica e inmaterialista (de hecho Berkeley rechazaba la existencia de la materia).

Berkeley   era   un  fenomenista  gnoseológico (sólo conocemos los fenómenos) y un fenomenista ontológico (sólo “existen”  los   fenómenos”, es   decir, existen   los  colores pero no las longitudes de onda). El problema de Berkeley,  explica Bunge, es que confunde   la  existencia   con   los criterios de existencia  de  algo (ontología y metodología) ¿Qué quiere decir esto último? Por ejemplo, digo que   ese   auto   existe   porque   puedo   verlo,  tocarlo  y   manejarlo. Lo mismo puedo decir de una persona,  existe    porque   la   veo, la   puedo  tocar   y   hablar con ella. Así, de acuerdo a lo anterior, al   parecer   Berkeley   tiene   razón   al   señalar   que “ser es ser percibido”. Pero el problema es que si comenzamos a analizar la razón por la cual  esa  misma persona está gravemente enferma, entonces el criterio  “ser  es  ser percibido” deja de funcionar, puesto que tendríamos que utilizar microscopios y otros artefactos   para  analizar  qué sucede con esa persona. Las mismas limitaciones tienen otros criterio para determinar la existencia de algo: “ser es ser medido” o “ser es ser cuantificado”. Lo que no se puede medir o cuantificar, no existe.

Es algo de sentido común que en el proceso cognitivo entre inevitablemente el “sujeto” que conoce, pero de ahí dar el paso extremo y decir que el mundo está hecho por el sujeto, es ir demasiado lejos. Si bien existen objetos hechos pro los seres humanos (dinero) así como instituciones (matrimonio) no   se   puede   concluir  que el mundo entero es una construcción social (me refiero a todo lo que existe) Es importante entender que existen objetos y procesos que no necesitan del sujeto para que puedan existir. En palabras de Bunge:

“Ha   de   incluirse   al   sujeto   en   toda   ontología comprensiva, también en una ontología objetivista y materialista. La razón de ello es que en tanto que algunos hechos son perceptibles, otros no lo son. Así pues, es posible experimentar las colisiones   entre  automóviles, pero no las colisiones entre átomos. Además, si es perceptible, un hecho puede parecer diferente   a   diferentes  observadores, porque   la   percepción depende no sólo de los estímulos externos, sino también del conocimiento, atención y expectativas del sujeto”.

George Berkeley

George Berkeley

El    punto   de   Bunge  es  que la   cognición   empírica   involucra a un ser sensible, de manera que   existe   una   interacción   entre   un   sujeto  y un objeto. También   resulta   algo  obvio que distintas personas perciben hechos del mundo de manera diferente, pero esto  no   es  un argumento para señalar que no existen hechos y objetos independientes de nosotros. El ataque a las Torres   Gemelas fue un hecho trágico para algunos, mientras que otros celebraron el hecho pero, a pesar de   las distintas reacciones, es innegable un hecho: dos aviones chocaron cada uno con dos enormes infraestructura. Como explica Bunge, si un árbol que cayera en un  bosque donde   no hay una persona alguna, ¿habría sonido? Ciertamente no existiría nadie para escuchar, pero sí habría una onda sonora. Hawking y Mlodinov defienden una ontología y epistemología denominada "realismo dependiente del modelo", que se basa "en la idea de que nuestros cerebros interpretan los datos de los órganos sensoriales elaborando un modelo del mundo. Cuando el modelo explica satisfactoriamente los acontecimientos tendemos, a él y a los elementos y conceptos que lo   integran, la  calidad de realidad o verdad absoluta". Un modelo, explican los autores, es satisfactorio si:

1) Es elegante

2) Contiene pocos elementos arbitrarios.

3) Concuerda con las observaciones existentes y proporciona una explicación de ellas.

4) Realiza predicciones detalladas sobre observaciones futuras que permitirán refutar el modelo si no son confirmadas.

Por ejemplo   los autores explican que podríamos tener un "modelo" en donde una mesa desaparece cada   vez   que salimos   de   nuestra   nuestra habitación y que vuelve a aparecer cuando regresamos. Pero, ¿qué  sucedería si un terremoto sacude a la casa y la deja en ruinas mientras nosotros estábamos trabajando y la casa estaba sola? ¿Se habrá roto la mesa? Resulta que al llega a nuestra casa vemos que la   mesa   está   destruida, de   manera   que   el   modelo   anterior resulta ser erróneo. Así, Hawking y Mlodinov señalan: "El modelo en que la mesa sigue existiendo da una explicación mucho mas simple y concuerda con la observación. Es todo lo que pedimos".   

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Demos   un   paso   más. Existen   millones   de   personas   que  añaden otro mundo a estos dos anteriormente   mencionados (fenoménico y transfenoménico): el mundo transmaterial, es decir, un   mundo que se encuentra más allá de la materia, que son los que plantean algunas religiones y movimientos   New   Age. Por ende, las personas que creen en la existencia de un mundo “espiritual” conciben que el mundo no es sólo materia, al igual que el ser humano, el cual, además de contar con un   cuerpo, posee   también un alma. Por ende las personas que se adhieren a la anterior descripción poseen   una   ontología   dualista, ya   que  plantea la existencia, por un lado, de un mundo natural (fenoménico y transfenoménico) junto a   objetos artificiales que crea el ser humano y, por otro lado, defiende la idea de la existencia de un mundo que trasciende al material. En virtud de lo anterior, la antropología   de   esa  persona sería también dualista, puesto que concebiría al ser humano como una   entidad   compuesta de cuerpo y también un alma. Lo mismo sucedería con la epistemología de la persona, puesto que  no  solamente  podemos conocer el mundo por medio de los sentidos y el método científico, puesto que habrían   otras   formas  de  conocimiento reservadas a ese mundo que trasciende al mundo material.

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Cabe aclarar que las ontologías no son necesariamente dualistas, puesto que existe otras familias de   concepciones   ontológicas   como   es  el  caso  del monismo. Como explica Mario Bunge, el monismo afirma que mundo consiste en entidades  de un único género o que está hecho de una sola sustancia. Esta sustancia puede ser material, lo que se traduce en un monismo materialista que lo reduce a todo a la materia, de manera que, en   su versión extrema, el alma no existiría, puesto que sería simplemente sería un nombre carente de realidad (opinión de Daniel Dennett). También existe el monismo neutral que defiende la idea de que la mente y la materia son diferentes manifestaciones de una “única” neutral. Pero tal idea no deja de ser controversial, ya que no podemos conocer qué es esa sustancia neutral.

Otra   forma   de   monismo   que   destaca   Mario   Bunge   es el “informacionismo”  que es una concepción que  defiende la idea de que “la información es la materia de la que está hecho el mundo. Ahora   bien, como  señala el mismo autor, esta teoría es errónea puesto que la información no existe en sí y por sí misma, ya que necesita, en última instancia,  de un soporte físico. Lo mismo sucede en el  caso  de  las personas que creen que sólo existen “energías”. Este “energetismo monista” defiende la idea de que todas las cosas están constituidas por energía. El problema con esto es que la energía es una propiedad de las cosas materiales, de manera que no es una entidad que existe en sí y por sí misma. La  energía, explica  Bunge, es la más universal de las  propiedades de las cosas reales. La energía es la capacidad  de  generar cambios en el movimiento y posición de un cuerpo o en el estado de la materia  en  el  que  se encuentran. En  otras  palabras, la energía  es una sola pero se manifiesta de   distintas   formas. Por ejemplo, tenemos  la  energía  mecánica que se manifiesta como energía potencial (almacenada) y energía cinética (del movimiento).

El lector puede ir olvidándose de las energías misteriosas, esotéricas sólo perceptibles por "espíritus sensibles" o con percepciones privilegiadas (LADO DERECHO)

El lector puede ir olvidándose de las energías misteriosas, esotéricas sólo perceptibles por "espíritus sensibles" o con percepciones privilegiadas (LADO DERECHO)

Tenemos también la energía lumínica que la producen todos aquellos cuerpos que emiten luz como una ampolleta o el sol, y organismos como las luciérnagas. La energía química es aquella que se encuentra almacenada en sustancias como combustibles y alimentos. Otro ejemplo es la energía nuclear que se encuentra almacenada en las partículas que constituyen la materia, por ejemplo el plutonio  el uranio. Así, tenemos que la energía se almacena, por ejemplo los alimentos que poseen energía química similar a una pila. De hecho en los colegios utilizan un limón, un tornillo de zinc, dos trozo de cable, dos pinzas eléctricas y un led, para hacer de esta fruta una pila. Tenemos también que la energía se transforma, constantemente cambia de una forma a otra. La energía química que se encuentra contenida en el jugo de limón puede transformarse en energía eléctrica y conducirse por medio de materiales metálicos hasta un led que, a su vez, se convierte en luz. En síntesis, con esto quiero dar a entender que el concepto de energía no tiene nada de misterioso o esotérico como pretenden dar a entender algunas corrientes esotéricas.

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Fin parte 1 

Bibliografía (para los tres artículos)

1-Mario Bunge

-A la caza de la realidad (Gedisa)

-Diccionario de Filosofía (Siglo XXI)

-Crisis y Reconstrucción de la Filosofía (Gedisa)

2-Brian L. Silver, El ascenso de la ciencia (FCE)

3-Waldo Quiroz, La naturaleza de la ciencia para todos (PUCV)

4-Holbach Sistema de la naturaleza (Laetoli)

5-Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, El Gran Diseño (Crítica)