Reseña: El único y su propiedad, de Max Stirner (por Jan Doxrud)

Max Stirner, Marx, Engels y el colectivismo comunista

En el presente artículo examinaremos las ideas de este desconocido autor enfocándonos en su principal obra y también por medio de la crítica realizada tanto por Marx y Engels en la “La ideología alemana”. Max Stirner fue en un comienzo parte de los jóvenes hegelianos con los cuales posteriormente rompería de manera radical. Era una persona solitaria y escribió un sólo libro titulado “El único y su propiedad”. El nombre verdadero del autor era Johann Caspar Schmidt y nació en Bayreuth, hijo de un fabricante deflautas. Impartió clases en una escuela privada para niñas de buena familia desde 1839 a 1844.

El filósofo alemán y pionero en el estudio del “inconsciente”, Eduard von Hartmann (1842-1906),  definió “El único y su propiedad” de Stiner como un libro que debía ser leído por cualquier persona  que se interesara por la filosofía práctica. Por otra parte el filósofo y sociólogo alemán Friederich Lange (1828-1875) calificaba la obra de Stirner como la obra más extrema de la que se tenía conocimiento. Posteriormente fue un escocés quien descubrió a Stirner a través de la obra de Lange, me refiero al  anarcoindividualista: John Henry Mackay (1864-1933). El libro de Stirner causó la reacción inmediata de las autoridades por sus críticas a Dios, Jesús, la Iglesia, el orden social y el Estado.

La filosofía de Stirner proclama la supremacía del Ego por sobre cualquier otro concepto abstracto, es decir, se opone rotundamente a reducir al Ego a un principio ya sea Dios, Espíritu absoluto o a la humanidad como especie. Por lo tanto Stirner se opone no solamente al cristianismo, sino que también a Hegel por reducir a los individuos a meros instrumentos de la Idea universal y a Feuerbach. Con respecto a este último autor, tenemos que, si bien libera al hombre de los grilletes de la religión, proclama el culto a la humanidad como especie. Pero Stirner también rechaza el liberalismo y su fe en la democracia así como  el socialismo y a Marx. Sobre este último, Stirner lo menciona como el autor de la Introducción a la Crítica de la Filosofía deDerecho de Hegel. Feuerbach escribió a su hermano en 1844 sobre Stirner y su pensamiento, calificándolo de “extrema inteligencia y genialidad”. En cuanto al mismo Stirner lo considera como el escritor más genial y libre que jamás había conocido. Pero más adelante, las alabanzas irán menguando cuando en diciembre escribe a su hermano: “los ataques de Stirner delatan una cierta vanidad, como si quisierahacerse un nombre a expensas del mío”.

Engels escribe a Marx, quien se encontraba en Paris:

Habrás oído hablar del libro de Stirner…El principio del noble Stirner…es el egoísmo de Bentham, sólo que en su caso desarrollado por una parte con mayor consecuencia y, por otra parte, con menor. Con mayor consecuencia porque Stirner sitúa al individuo, en tanto que ateo, por encima de Dios o incluso comoente único, mientras que Bentham deja todavía a Dios por encima de todo en un aneblinosa lejanía…Stirner se apoya en el idealismo alemán, como idealista converso al materialismo y al empirismo, mientras que Bentham es un mero empirista”.

Engels concuerda con Stirner en lo que respecta a rechazar el concepto de hombre de Feuerbach, ya que lo que hizo este último fue rechazar a Dios para coronar al hombre como principio absoluto. Está de acuerdo en que hay que partir desde el individuo corpóreo y empírico,  pero difiere de Stirner en lo que respecta a la primacía del individuo. Para Stirner, lo único que ha hecho la filosofía es reducir al ser humano a alguna fuerza impersonal que es independiente y que se encuentra por sobre los distintos individuos:

 “Inútil es proseguir y demostrar cómo cada una de esas cosas, Dios, Humanidad, etc., tratan tan sólo de su bien y no del nuestro. Pasad revista a las demás, y decid si la verdad, la libertad, la justicia, etc., se preocupan de vosotros más que parareclamar vuestro entusiasmo y vuestros servicios. Que seáis servidores celosos, que lesrindáis homenajes, es todo lo que os piden”.

También demuestra su rechazo del nacionalismo en nombre del cual “mueren los individuos por la gran causa de los Pueblos”.  Para Stirner, las distintas filosofías han liberado de distintas cadenas  a los seres humanos para posteriormente volver a encadenar y someter al ser humano a otra fuerza. Así, pasamos de la tiranía de Dios a la tiranía del ser humano como especie, tomado como un universal. ¿Qué es lo que quiere Stirner? ¿Qué es aquello que él quiere liberar de cualquier forma de opresión ya sea Dios, Estado, Sociedad o el Ser Humano o cualquier concepto con omniabarcante? Para Stirner, lo primero y lo más relevante es el Yo. Para él, este Yo es irreductible y no puede expresarse a través de las palabras. Stirner describe al Yo como único, lo que quiere decir que posee cualidades que le son propias, que no pueden ser encontradas en otros y que está más allá del lenguaje, no puede ser encerrado en conceptos.

El Ego es soberano de sí mismo y no se deja atrapar por las palabras y abstracciones impersonales. Los intereses del hombre deben ser materiales, personales y egoístas. En una comunidad, las relaciones entre los individuos no están mediadas por instituciones. La educación no debe apuntar a transformar a los individuos en ciudadanos. La alienación es para Stirner cualquier situación en que el individuo está sometido a fuerzas externas a este, privándolo de ser dueño de sí mismo. Estas formas de sometimiento incluye el “bien común” o la “verdad”, de manera que no es de relevancia las características de esa fuerza impersonal, lo relevante es que someten al individuo. Por lo tanto, como señala Kolakowsky, el regreso a la auntenticidad sería rechazar todos las normas de la civilización y un regreso a un estado de animalidad.

Pero Stirner no escribe acerca de estas conclusiones y solamente señala que el Yo debe rebelarse ante los intentos de esclavizarlo bajo cualquier idea. Stirner rompe con Hegel ya que rechaza la idea de que el individuo se encuentre supeditado al Absoluto. Con Marx también mantiene diferencias irreparables. Si bien para Marx no existe eso que llamamos “humanidad” que esté por sobre los individuos, este cree que el individuo es producto de la civilización. En el caso de Stirner, la individualidad es lo mismo que la experiencia de la subjetividad, existir no es más ni menos que estar consciente que uno existe. En este sentido Stirner puede ser considerado como un precursor del existencialismo, así como del anarquismo”. En resumen la filosofía de Stirner se puede resumir en sus propias palabras:

El niño era realista, embarazado por las cosas de este mundo, hasta que llegó poco a poico a penetrarlas. El joven es idealista, ocupado en sus pensamientos, hastael día en que llega a ser hombre egoísta que no persigue a través de las cosas y de lospensamientos más que el gozo de su corazón, y pone por encima de todo su interéspersonal. En cuanto al anciano…cuando yo lo sea…tendré tiempo de hablar de él”.

Marx lleva a cabo un ataque a la rebelión del Yo que propone Stirner, considerándola como algo completamente estéril en comparación con la revolución en donde el individuo se libera participando con la comunidad. Kolakowski señala que Marx no atacó a Stirner desde un punto de vista hegeliano, ni tampoco combatía la doctrina del Ego subordinando al individuo a otra forma de razón universal, sociedad o estado. En lugar de ello, Marx señala que la verdadera individualidad puede encontrar su lugar en la comunidad sin perder su unicidad. Acusa a Stirner de ser como aquellos que se rebelan contra lo establecido peo que se guardan los pensamientos para sí mismos, sin atreverse a convertirlas en realidad. La “revuelta” de Stirner es un mero estado de la mente y es incapaz de llevar a cabo una crítica desde una perspectiva material.

Además, Marx cree que es una ilusión esperar que los individuos vivan juntos sin la mediación de la comunidad e instituciones. Como señala Kolakowski, la  división del trabajo significa que las relaciones personales están destinadas a transformarse en relaciones de clases y cualquiera sea lo que el individuo tenga en mente, la naturaleza y el nivel de las necesidades y fuerzas productivas, determinan el carácter social de sus relacionesmutuas. Para Marx no son los individuos los que regulan los lazos sociales, ya que estos lazos que han creado se han vuelto independientes, una fuerza externa que regula sus vidas y, frente a esto, el Ego no tiene nada que hacer. Existen también otras críticas de Marx y Engels a Stirner que mencionamos a continuación. En primer lugar, los autores señalan que Stirner concibe las diferentes fases de la vida solamente como "autoinvenciones" del individuo, las cuales se reducen siempre a una determinada relación de conciencia.

Marx y Engels critican el hecho de que para Stirner, los cambios físicos y sociales no son de relevancia. Otra critica, relacionada con la anterior, es que Stirner, al hacer caso omiso de los que los autores denominan como "vida" física y social del individuo. Stirnera se abstrae de las épocas históricas, de la nacionalidad, la clase,  inflando la conciencia dominante de la clase que está más cerca de él, para hacer de esta la conciencia normal de la vida de un hombre. Otro punto de conflicto con Stirner es la crítica que este útlimo hace a los socialistas. De acuerdo a Stirner, los socialistas, al suprimir la propiedad, no se percataban de que existe otro tipo de propiedad que no se reducía solamente al dinero y los bienes.

Stirner se pregunta entonces si la instauración del comunismo no significaría también despojar a la persona de la propiedad de sus opiniones, despersonalizando así toda opinión dentro de la sociedad. Los autores se limitan a señalar que tales objeciones no son más que ideas viejas de la burguesía. Esta idea de Stirner no se diferenciaría de lo que en su momento expuso Destutt de Tracy al demostrar que la Propiedad, individualidad y la  personalidad eran cosas idénticas y que  en el “Yo” iba implícito también “Lo mío”, que encuentra el fundamento natural de la propiedad. La cuestión es saber qué entendían Marx y Engels por la supresión de la “individualidad” a la que hacía alusión Stirner. ¿Qué es el individuo? ¿Es una categoría pura o se encuentra conectada con los interes declase? Al respecto escriben Marx y Engels:

 “Si el limitado burgués dice a los comunistas: al destruir la propiedad, es decir, al destruir mi existencia como capitalista, como terrateniente o como fabricante, y vuestra existencia como obreros, destruís mi individualidad y la vuestra; al imposibilitarme explotaros como obreros, embolsarme mis ganancias, mis réditos o mis rentas, me imposibilitáis el existir como individuo; cuando, pues, el burgués declara al comunista: al suprimir mi existencia como burgués, destruís mi existencia como individuo, al identificarse, así, en cuanto burgués, consigo mismo como individuo, hay que reconocer, por lo menos, su franqueza y su desvergüenza. En cuanto al burgués, así sucede realmente: sólo cree ser verdaderamente un individuo en la medida en que es un burgués. Pero, tan pronto como entran en liza los teóricos de la burguesía y dan a esta afirmación una expresión general, identificando también teóricamente la propiedad del burgués con la individualidad y tratando de justificar lógicamente esta identificación, la necedad comienza a cobrar un tono solemne y sagrado”.

 Así, más que peligrar la “individualidad” dentro del comunismo, lo que peligra en realidad es la “individualidad burguesa”, que el burgués mismo la quiere hacer pasar por una “individualidad humana” despojada de los intereses de clase.Los autores también delimitan el significado del término propiedad privada: 

“En la realidad sólo es propiedad privada mía aquello que puedo vender o de que puedo disponer, lo que no ocurre con mucho que es mío propio. Mi chaqueta, por ejemplo, sólo es propiedad privada mía siempre y cuando pueda disponer de ella, venderla o empeñarla, siempre y cuando sea negociable. Si pierde esta cualidad, si se convierte en un guiñapo por el que nadie daría nada, la chaqueta podrá tener cuantas cualidades se quiera, que la hagan valiosa para mí; podrá, incluso, ser algo mío propio, que haga de mí, vestido con ese andrajo, un individuo andrajoso, pero a ningún economista se le ocurrirá clasificarme como propietario, decir que es propiedad privada mía ese guiñapo”.

Marx y Engels también añaden que a  Stirner le tenía sin cuidado el que el comunismo fuese un movimiento extraordinariamente práctico, que persigue fines prácticos con medios prácticos. Así, el comunismo de Stirner, al suspirar solamente por la esencia, sólo llegue a una categoría filosófica, la del "ser los unos para los otros". Esto último hace referencia a que Stirner, de acuerdo a Marx y Engels, hacía decir a los comunistas que su esencia no residía en que todos eran hijos iguales del Estado, sino que todos eran los unos para los otros, es decir, que eran todos iguales en cuanto eran los unos para los otros, en que cada uno trabaja para el otro, en que cada uno de Nosotros es un obrero. Es en este sentido que Marx y Engels consideran que el comunismo stirneriano llegue solamente a una categoría filosófica que es la del "ser los unos para los otros". Como se indicó al comienzo de este escrito, para Marx y Engels, el comunismo no consistía en un estado que debía implantarse, vale decir, un suerte de ideal al que haya de sujetarse la realidad. Para estos autores el comunismo era el movimiento real que anulaba y superaba al estado actual de las cosas. La concepción de Marx de que el hombre es un ser social choca con Stirner, ya que para este último, lo anterior no sería más que otra forma de subyugar al individuo.