El desafío del pluralismo religioso: ¿salvación para algunos, nadie o para todos? (por Jan Doxrud)

El desafío del pluralismo religioso: ¿salvación para algunos, nadie o para todos? (por Jan Doxrud)

Abordar el tema de la religión es sin duda delicado ya que toca las fibras más sensibles de miles de millones de seres humanos. Pero existen ciertos temas que no pueden pasarse por alto y que guarda relación con un hecho bastante obvio: existen miles de millones de personas que tienen creencias religiosas diferentes. No está de más decir que este artículo no pretende dar respuestas definitivas a temas complejos sino que constatar lo que considero son hechos que cualquier persona religiosa (en el amplio sentido del término, es decir, incluyendo tanto a  teístas, agnósticos y ateos) no puede dejar de lado. En nuestros tiempos ya no hace falta viajar a Asia o pasearse por ciertos países de Europa para tomar conciencia de la multiplicidad de creencias religiosas que existen (o de no creencias). Y no me refiero únicamente a las diferencias obvias que el lector podrá pensar, es decir, que existe el cristianismo, el Islam, el hinduismo, el buddhismo, etc.

Dentro de la misma religión cristiana existen a la fecha miles de Iglesias en su interior, vale decir, desde la Reforma Protestante el cristianismo no ha hecho más que fragmentarse cada vez más, de manera que ya no sólo existen el catolicismo, el anglicanismo o el calvinismo, sino que cientos de iglesias evangélicas y de otra clase sólo en Estados Unidos. Por lo demás uno puede percatarse que dentro del mismo cristianismo, a pesar de que efectivamente existen ciertos dogmas que todos aceptan, pareciera que conviven distintas creencias, es decir, hay quienes tienen desde una concepción más antropomórfica de la religión hasta quienes tienen una concepción que podríamos tildarla de más “abstracta” o filosófica”. Me explico: hay quienes aún creen que Dios es hombre e incluso tiene un cuerpo humano, lo que podríamos denominar como un antropomorfismo religioso radical. Pero también existen otras personas que se adhieren a un antropomorfismo religioso menos radical que consiste en dotar a Dios de atributos típicamente  humanos pero llevados a su máxima perfección: Dios es bondadoso y misericordioso (pero tal bondad no es como la bondad y la misericordia humana).

Por último tenemos esa religiosidad que es común entre los denominados místicos para quienes Dios es lo innombrable. Estas personas pueden adoptar el camino de la teología apofática, es decir, una vía negativa que no nos dice qué es Dios, sino que lo que Dios NO es, algo similar al “neti neti” (“ni esto ni aquello) del hinduismo, específicamente en el Jnana Yoga o el Yoga del conocimiento y del vedānta advaita.  Esto último es un fenómeno que en gran medida se da en todas las tradiciones místicas: por ejemplo el Buddha, el teólogo dominico alemán, Meister Eckhart (1260-1328), el místico Sufi, Rumi (1207-1273) o los monjes trapenses Thomas Merton (1915-1968) y Thomas Keating (1923), para quien todos los nombres dados a Dios son sólo malas traducciones humanas, por lo que sería mejor guardar silencio.

Thomas Merton junto con un joven Tenzin Gyatso (decimocuarto Dalai Lama)

Una postura similar, esto es, la tener la concepción de un “Dios” o un primer“ Motor” más abstracto, que no guarda relación con el Dios teísta (ya explicaré este concepto), es el caso de algunos científicos como Newton, Einstein o Schrödinger, que estaban más cerca al panteísmo (Dios está en todo) del filósofo judío Baruch Spinoza (1632-1677). Lo mismo sucede con algunos teólogos que llegan a una concepción extremadamente abstracta de Dios como es el caso del renombrado teólogo alemán, profesor de la universidad de Harvard y posteriormente en Chicago, Paul Tillich(1886-1965) y quien personalmente considero uno de los más brillantes filósofos de las religiones y un sabio que hablaba de la experiencia: Raimon Panikkar (1918-2010).

Panikkar fue filósofo, quien también obtuvo un Doctorado en Química y enseñó un tiempo en la Universidad de Harvard, así como en las universidades de Mysore y Varanasi en India (el autor era hijo de padre indio y madre catalana). En su tesis doctoral, comparó la filosofía de Santo Tomás de Aquino (1225-1274) con la del gran maestro  del Vedanta Advaita, Adi Shankara (788-820), lo que representa su esfuerzo intelectual de toda una vida: trazar puentes entre las religiones. También tenemos, como advertía el filósofo católico Jacques Maritain (1882-1973), los ateos prácticos, es decir, aquellos que dicen creer en Dios pero que lo niegan en cada una de sus acciones.

Dentro del cristianismo esta escisión entre la creencia en un Dios más personal y uno impersonal y lejano, comenzó a gestarse durante el siglo XVIII cuando surgieron los conceptos de “teísmo” (del griego theós = Dios) que abogaba por un Dios más cercano y personal, y el deísmo (del latín Deus = Dios), que tenía una concepción de un Dios como arquitecto, impersonal y lejano, que creó el mundo y lo puso en marcha, para luego desentenderse de este.

Jacques Maritain junto a el Papa Pablo VI

Pero será en otro artículo donde me centraré en el complejo tema en torno al concepto de Dios. Ahora retomemos el hilo conductor que es el pluralismo religioso. El teólogo de las religiones, Paul Knitter,  quien, por lo demás, dirige la cátedra Paul Tillich de Teología, Religiones en el mundo y Cultura en el Union Theological Seminary de Nueva York, señala que dada la pluralidad de religiones y creencias existentes en el mundo, los creyentes que antaño estaban aislados (y cómodos) en sus cantones religiosos, ahora tiene la urgencia de enfrentarse a las siguientes preguntas:

1-¿Por qué existen tantas religiones diferentes?

2-Si Dios es uno, ¿no debería haber una sola religión?

3-¿Son todas las religiones válidas a los ojos de Dios (e igualmente efectivas a la hora de poner a las personas en contacto con lo divino)?

4-¿Sus diferencias son más una cuestión de variedad de colores que de conflicto de contenidos? ¿Cómo deberían relacionarse las tradiciones religiosas entre ellas?

5-Más específicamente, ¿cómo debería relacionarse mi religión con las demás?

6-¿Puedo aprender de las otras religiones más de lo que he aprendido de la mía propia? ¿Por qué pertenezco a una religión y no a otra?[1]

En relación con el punto 3, debemos de entrada descartar aquella postura ingenua y bienintencionada que plantea que “en el fondo” todas las religiones son iguales, o que todas conducen al mismo fin. Lamentablemente existen entre las distintas creencias religiosas barreras infranqueables e irreconciliables, por ejemplo (si consideramos el budismo como una religión, aunque tal concepto no exista en tal cultura), tenemos que no existe un Dios personal como en el cristianismo y que el Buddha (el Iluminado) no es nada parecido a un Dios. Tampoco puede pensarse que el “cielo” o el “más allá” del cristianismo equivale al “Nirvana” (buddhismo, jainismo) o al Satori” (buddhismo zen). ¿Acaso el camino que siguieron Mahoma, Krishna o Jesús llevan a la misma meta ? Por lo demás para algunas religiones no teístas el plantearse que “a los ojos de Dios todas las religiones serían válidas” carece de sentido, lo misma vale para el punto 2 que serían una pregunta problemática para aquellos que se adhieren a alguna forma de religión teísta.

Hay que recordar que si bien todo teísmo es religioso, no toda religión es teísta. En cuanto al punto 1, este no constituye una cuestión problemática dada la diversidad cultural existente en el mundo, lo que hace imposible que se desarrollo “una” gran creencia homogénea que comparta toda la humanidad. Pienso que los puntos 5 y 6 son los más interesantes ya que implica salir de nuestras cómodas creencias y confrontarlas con otras, en otras palabras, tomar una verdadera conciencia de que existen otras creencias que son igualmente válidas que las de nosotros. Hoy en día me parece una estrechez de mirras y una muestra de arrogancia el pensar que “mi religión” es la verdadera y que los miles de millones de personas que no la profesan están equivocados. Si llevamos tal postura a sus extremos tenemos resultados bastante evidentes: Boko Haram en Nigeria, los adherentes al “Estado Islámico” y el Ejército de Resistencia del Señor de Joseph Kony en Uganda.

Es dentro de este panorama de pluralidad de religiones que emergió, hacia el final de la década de 1980, la Teología Comparativa básicamente por tres razones:

a) Como una reacción al foco central de la pregunta sobre la salvación que ha dominado el debate entre inclusivistas, exclusivistas y pluralistas. Estos enfocaron su atención a la lectura de textos dentro del contexto de otras religiones, los efectos del diálogo interreligiosoy el impacto en el cristianismo.

b) Como pregunta sobre la validez de otras religiones.

c) Para saber qué puede aprender el cristianismo de las demás religiones sin entrar a juzgarlas, sin borrar las diferencias infranqueables que existen entre unas y otras.

En resumen y, como escribió el destacado profesor de religiones comparadas de la Universidad de Harvard, Wilfred Cantwell Smith (1916-2000), hay que reconocer que una visión religiosa del mundo no implica necesariamente “la existencia de una verdad o de un sistema religioso genérico que puedan ser formulados y exteriorizados en una pauta teóricamente observable, que podamos abstraer de la conducta de quienes la viven. Esto sería buscar esencias, es decir, platonizar nuestra fe y aristotelizar las demás”[2].

La Declaración “Nostra Aetate” (1965) Sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas", del Concilio Vaticano II dio importantes pasos en construir puentes con las demás religiones. Explica el documento que los seres humanos esperan de las diversas religiones “la respuesta a los enigmas recónditos de la condición humana, que hoy como ayer, conmueven íntimamente su corazón: ¿Qué es el hombre, cuál es el sentido y el fin de nuestra vida, el bien y el pecado, el origen y el fin del dolor, el camino para conseguir la verdadera felicidad, la muerte, el juicio, la sanción después de la muerte? ¿Cuál es, finalmente, aquel último e inefable misterio que envuelve nuestra existencia, del cual procedemos y hacia donde nos dirigimos?” Añade que la fraternidad universal excluye cualquier discriminación:

La Iglesia, por consiguiente, reprueba como ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación realizada por motivos de raza o color, de condición o religión. Por esto, el sagrado Concilio, siguiendo las huellas de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, ruega ardientemente a los fieles que, "observando en medio de las naciones una conducta ejemplar", si es posible, en cuanto de ellos depende, tengan paz con todos los hombres, para que sean verdaderamente hijos del Padre que está en los cielos".

El profesor de teología Católica en la Universidad de Bristol (Inglaterra), Gavin D’Costa, distingue tres puentes entre las diversas religiones:

a) Puente Histórico-Filosófico: el punto de partida es lo humano, argumentando que ninguna religión puede afirmar tener la verdad total, definitiva e insuperable sobre lo divino, ya que todo conocimiento humano está históricamente condicionado o socialmente construido y por eso mismo es limitado.

b) Puente Religioso-Místico:  parten de lo divino y realzan lo que consideran evidente en todas las personas religiosa: lo que se encuentra en la médula de toda religión excede infinitamente todo lo que un ser humano o comunidad puede sentir o expresar.

c) Puente Etico-Práctico: abordan desde otro punto de vista el dialogo intereligioso. Dado al estado del mundo, la pobreza, sufrimiento, guerras, hambrunas, las religiones tendrían una misión en común que llevar a cabo. Las distintas religiones tienen nuevas oportunidades de comprenderse a sí mismas y a las otras al asumir una responsabilidad global ante el sufrimiento del otro.

¿Qué tienen en común estas tres variedades? En primer lugar, se muestran contrarias ante cualquier monopolio de la verdad o imperialismo religioso. En nuestra época en donde somos conscientes de la cantidad de religiones que existen, no se puede seguir estableciendo que solo una religión es la válida y esa que esa la mía. En segundo lugar estas tres variedades de pluralismo afirman que Cristo es una revelación de entre muchas diferentes que existen entre las distintas e igualmente validas revelaciones. Por último, defienden la idea de que las religiones pueden aprendermucho unas de otras acerca de la divinidad y su propia religión: autocomprensión por medio de la comprensión de los demás. Adoptar una postura contraria a la anterior sería el exclusivismo que, como señala D’ Costa viene en las siguientes variedades:

a) Exclusivismo de Acceso Restrictivo: establece que Dios ha escogido a algunos para salvarlos y a otros para la condena. Por la razón de que Dios se revela a través de Jesucrsito (Solus Chritus), se puede decir al menos que los no-cristianos y cristianos carentes de fe, están condenados.

b) Exclusivismo de Acceso Universal: establece que Dios se revela a través de la figura de Jesús y solo los que profesan la fe en Cristo son salvados (Solus Christus) y escuchan e Evangelio (Fides ex Auditi). La diferencia con el Restrictivo, es que aquellos que confiesan su fe en Cristo antes de su muerte, durante o después, tienen la oportunidad de salvarse.

Este exclusivismo también recibe el nombre de Sustitución Completa, es decir, que el cristianismo debe ser la religión que debe sustituir a las demás religiones. Esta es una posturaes común de aquellas iglesias que se inspiraron en el folleto “The Fundamentals” que circuló entre pastores y evangelistas estadounidenses entre 1910 y 1915 y que se mostraron contrarios ante la Modernidad, ante la ciencia, la evolución, los estudios comparados de las religiones, la hermenéutica bíblica, etc. Un célebre teólogo suizo representante del modelo de sustitución fue Karl Barth (1886-1968), para quien el cristianismo era la única religión verdadera entre todas las demás. Ahora bien para Barth, como para muchos protestantes: somos salvados por la gracia sola, somos salvados por la fe sola, somos salvados por Cristo solo, somos salvados por la Escritura sola. Pero Barth tuvo palabras duras para la religión institucionalizada. En sus seminarios señaló más de una vez que la “religión es increencia”. ¿Qué quiere decir con eso? Para Barth la religión representa un intento humano por anticipar lo que Dios en su revelación desea hacer y hace. En otras palabras, para el teólogo suizo la religión es un intento de reemplazar la obra divina porun producto humano. Ahora bien, añadía que la particularidad del cristianismo es la de ser la única religión que sabe que es falsa e idolátrica, pero que igualmente es salvada por Cristo. Sólo Jesús salva y así lo afirman las Escrituras:  (Hch 4,12), (1 Tim 2, 5), (1 Cor 3, 11), (Jn 14, 6), (1 Jn 5, 12).

Entonces cabe preguntarse, ¿cuál es el destino de los no creyentes? Paul Knitter resume en la siguiente lista las diversas soluciones a la pregunta anterior:

a) La solución del último minuto: es una sugerencia que se remonta a Santo Tomás de Aquino y consiste en que aquellas personas de otras culturas y religiones que han llevado una recta vida desde el punto de vista moral, a la hora de su muerte, Dios les enviará mensajeros para hablarles de Jesucristo y darles así la oportunidad para optar por él.

b) La solución para después de la muerte: es similar a la anterior, pero el menssaje de la Buena Nueva ocurre más allá de los umbrales de la vida, un espacio entre la muerte y “lo que la sigue”.

c) La solución de la excepción: esta postura se basa en aquellas excepciones que Dios hizo con los “santos paganos” en la Biblia judía: Enoc, Job, Jetró y Melquisedec).

d) La solución universalista: fue propuesta por Barth y también estuvo presente en el Iglesia primitiva y consiste en la idea de que la resurrección de Jesus, que fue por todos, constituye una “restitución universal” en la que odos los seres humanos tendrán la oportunidad de optar por Cristo y su salvación.

Otra postura es la del inclusivismo donde D’Costa distingue dos vertientes:

a) Inclusivismo Estructural:  establece que Cristo es la Revelación Normativa de Dios, pero igualmente ES posible la salvación fuera de la Iglesia. La Salvación es posible a través de otras religiones per se, pero esta salvación igualmente VIENE SIEMPRE DE CRISTO. Por lo tanto este inclusivismo contiene esa legitimización de los pluralistas en cuanto a legitimar a la demás religiones como vehículos de salvación.

b) Inclusivismo Restrictivo: establece que Cristo es la revelación normativa de Dios, pero igualmente es posible la salvación fuera de la Iglesia, PERO no les da legitimidad como estructuras salvíficas.

Fotos: Karl Barth y Raimon Panikkar.

¿Qué hay de aquella postura denominada como “pluralismo religioso”? Es un tema extenso, pero cabe destacar la idea del Pluralismo Unitario  del influyente filósofo de las religiones: John Hick (1922-2012). El pensamiento de Hick es complejo y está fuertemente influenciado por el filósofo prusiano Immanuel Kant (1724-1804). Para Hick, inicialmente argumento de que sólo Cristo salva” era incompatible con las enseñanzas cristianas que señalan que Dios desea salvar a todas las personas. Existen millones de personas que no han escuchado acerca de Jesucristo antes y después del período del Nuevo Testamento, lo que se podría denominar como “ignorantes inculpables”. Por lo tanto no es cristiano pensar que Dios ha ordenado salvar de tal manera que sólo unos pocos realmente se salvarán. Hick señala que ES HACIA DIOS, no Cristo ni el Cristianismo, donde las religiones se mueven o dirigen y desde donde reciben la salvación. Así, Dios propone una Revolución Teocéntrica que se aleja del Cristocentrismo y el Ecclesiocentrismo que ha predominado en la historia del cristianismo. Dios es el centro del universo de las religiones y constituye la unidad en la pluralidad de religiones, de ahí el nombre Pluralismo Unitario. ¿Qué sucede con Cristo?

Hick afirma que la encarnación debe ser entendida en términos míticos, como una expresión de devoción y compromiso de los cristianos, y no como la unicidad de la acción de Dios en este hombre particular llamado Jesús. Un concepto (kantiano) central en el pensmiento de Hick es la “Realidad Nouménica”. Hick reacciona ante el “Teocentrismo Excluyente”, esto es, la exclusión de las religiones no teístas. (recordar que todo teísmo es religioso pero no toda religión es teísta). ¿Qué propone Hick? Basándose en Kant distingue entre Divinidad Nouménica: para Kant el “noumeno” o la “cosa en sí” eran los objetos tal cual como se presentan, independiente de nuestra forma de conocerlo. Dentro de la epistemología kantiana a lo que nuestro sentidos tienen acceso es a los fenómenos (lo que se aparece) y no a la realidad nouménica que trasciende las formas a priori de la sensibilidad (percibimos las cosas en el tiempo y en el espacio que, de acuerdo a Kant están en nosotros).

En la teología de Hick tal realidad nouménica más alla de la percepción humana, lo denomina el “Eterno Uno” (piense el lector en este “Eterno Uno” como el Sol, y los rayos del Sol como las diversas manifestaciones de este en las distintas religiones). Como señalé, el mundo fenoménico es el mundo tal como se nos aparece (fenómeno) a la conciencia. En la versión teologizada de Hick son las variadas respuestas de los seres humanos a este Eterno Uno, es decir,  el Eterno Uno se manifiesta de maneras diferentes: como Alá, Dios, Brahma, Nirvana. Así Hick supera su Teocentrismo excluyente y propone este “Eterno Uno” (realidad nouménica) y sus variadas formas en que se presenta a los seres humanos (realidad fenoménica). Lo importante es que para Hick, lo que une a las religiones es una realidad que va más allá de conceptos o ideas Teístas o No-Teístas.

La postura de Hick no esta exenta de críticas. ¿Qué es esta Realidad Nouménica? A pesar de su noble empresa, intentar superar los antagonismos entre religiones, superar el imperialismo, la prepotencia, vanidad, el “YO TENGO LA VERDAD” y tratar de demostrar que todas son válidas y que no existen jerarquías de superioridad, hay algunas críticas a la postura de Hick. En primer lugar hay una pregunta obvia que apunta a un cierto AGNOSTICISMO. ¿Qué quiere decir Hick con esa “Realidad Nouménica” que está más allá de nuestras percepciones y que constituye la unidad el pegamento entre la diversidad de religiones? Sólo podemos conocer las distintas manifestaciones en este mundo fenoménico que se nos presenta, pero ¿qué sucede con esa otra realidad? Podemos decir que, debido a que no podemos captar esa realidad ultima, ¿como podemos saber siquiera que existe?

Existe en filosofía una teoría del conocimiento que señala que no captamos la realidad tal cual como la vemos sino que COMO NUESTROS SENTIDOS LA REPRESENTA (TEORIA REPRESENTATIVA DE LA REALIDAD) Pero entonces cuál es la necesidad de plantear la existencia de esa realidad de la cual sólo captamos un mera manifestación a través de nuestros sentidos. En otras palabras, podríamos perfectamente prescindir de es “Eterno Uno” (realidad nouménica) y quedarnos con la pluralidad de religiones, es decir, con las diversas manifestaciones de ese “Eterno Uno”. ¿Es necesario postular esa Realidad que une a todas las religiones? ¿Qué relación hay entre esta Realidad y la otra “realidad”? Además parece un tanto “imperialista” imponer esta Realidad subyacente a todas las religiones ¿Qué sucede con aquellas religiones como el cristianismo para la que el nacimiento, muerte y resurreción de Jesús es una realidad y NO un mito (como señala Hick)? Hick borra de un plumazo lo que es central para un cristiano: Que Dios se hace hombre EXCLUSIVAMENTE EN LA FIGURA DE JESUS. En síntesis Hick no pretende invalidar las creencias de las diversas religiones, pero su pensamiento lo lleva a esto.

Quisiera terminar con otro representante del pluralismo religioso: el de Raimon Panikkar. El filósofo desarrolla la idea de un  “Centro Místico”. Para Panikkarexistiría un corazón de experiencia mística que late en las tradiciones religiosas. A pesar de las diferencias y las tensiones entre un Dios personal, uno impersonal o suprapersonal o un No-Dios, sucede los que siguen el camino místico saben, a través de la experiencia, que existe una realidad experiencial que las une. ¿Cómo saben esto?: a través de la ascesis o práctica rigurosa, es decir a través de la meditación o la oración, como fue el caso de los Padres del desierto, la Oración Centrante, el Yoga, meditación Vipassana, Samatha, etc). El quid del asunto es que tales personas no se quedan estancadas en el plano meramente intelectual, sino que son personas sabias, que hablan desde la experiencia (aquellas experiencias que puedan ser transmitidas por medio de la palabra). En resumen, estas personas VAN MÁS ALLÁ DE LOS ESTUDIOS y HABLAN DESDE LA EXPERIENCIA MISMA. ¿Qué es la experiencia mística para Panikkar?

La experiencia mística es una experiencia COSMOTEANDRICA es decir incluye tres componentes: el Cosmos (Mundo-Universo), Dios y al Ser Humano. Estos tres componentes se encuentran interrelacionados, cada uno se encuentra en el otro y ninguno debe ser menospreciado. Estos tres componentes constituyen, para Panikkar, el principio de la realidad. Resumiendo,. quien tiene esta experiencia COSMOTEÁNDRICA ya no percibe las diferencias entre religiones, y trasciende todo doctrina, simbologías y palabras: se percibe la unidad que subyace en la pluralidad de las religiones. ¿Quiere Panikkar igualar o homogeneizar a la fuerza todas las religiones? ¿Las quiere diluir en un melting pot, esto es, fundirlas en un recipiente? No, el autor conoce muy bien las demás religiones para caer en tal error. Todo lo contrario, Panikkar advertía que, por el deseo de querer fomentar el diálogo interreligioso se ponga demasiado énfasis en lo que tienen en común y dejar de lado las diferencias. Niega a diferencia de Hick que exista un denominador común Realidad” o “Noumeno”.

Panikkar hacía un llamado al cristianismo a cambiar su visión acerca de las demás religiones. Lo anterior lo explica través de los Tres Ríos: Jordán, Tiber y el Ganges. El Jordán representa el cristianismo en sus fases iniciales, luchando por su supervivencia y que se caracterizaba por ser exclusivista. El Tiber representa la expansión del Imperio Romano y del cristianismo que, recordemos, llegó a ser tolerado bajo el emperador Constantino y a ser religión oficial bajo Teodosio. El río Ganges simboliza para el autor un nuevo bautizo con las aguas asiáticas, simboliza también el paso al pluralismo y que lleva a Panikkar a definirse como Cristiano-Hindú-Buddhista. ¿Cómo PUEDE SER UN CATOLICO TENER ESTAS TRES IDENTIDADES? Habría que preguntarle al autor que entendía por catolicismo.

Otras ideas interesantes de este autor son las siguientes

a) Rechaza que el Logos esté restringido a la figura de Jesús, ya que esto transforma a la encarnación en una IDOLATRÍA A JESUS.

b) Rechaza que la salvación sólo venga de la figura del Jesús histórico, de manera que en las otras religiones no sería posible la salvación.

c) Paradigma Trinitario para abordar las demás religiones:

a) Padre: representa la Verdad Apofática, la del misticismo, aquellos que niegan hablar de la verdad última, donde de la Divinidad nada se puede decir, sólo el lenguaje del silencio es válido: Dios se nos manifiesta como silencio. El peligro de esto, según Panikar, es caer en la indiferencia.

b) Hijo: representa el camino de la Devoción,  júbilo. El peligro de este camino es el antropocentrismo, una espiritualidad infanil y subdesarrollada

c) Espíritu: simboliza la mediación, los ritos y prácticas que nos conectan con Dios. El peligro es caer en el apego, idolatría de los rituales, por sobre las buenas acciones.

Es de esperar que el diálogo interreligioso avance y prospere, y evitar caer en el imperialismo o chovinismo religioso, que sólo lleva a la arrogancia y prepotencia y a la larga a la violencia e intolerancia, donde unos buscan “convertir” a los otros a los que “ellos” consideran que es la “religión correcta”.

Artículos complementarios:

Buddhismo: breve introducción (1) (por Jan Doxrud)

Buddhismo: ¿Qué es (o no es) el Nirvana? (2) (por Jan Doxrud)

Breves palabras sobre el ateísmo (por Jan Doxrud)

Papa francisco en Sri Lanka

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