4/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)

4/5-La identidad palestina (por Jan Doxrud)

Avanzando en el tiempo, fue finalmente la ONU, específicamente el Comité Especial de Naciones Unidas para Palestina (UNSCOP) la que optó por la partición, es decir, dos Estados: uno árabe y otro judío (que ya había sido propuesta por la Comisión Peel de 1937). Los Estados árabes no aceptaron esto, y comenzó la primera guerra árabe-israelí (1948-1949) que terminó con el triunfo de Israel, la derrota árabe y la huida de gran parte de la población árabe. Es importante clarificar que los Estados árabes beligerantes no lucharon con el objetivo de crear una “Estado palestino”, sino que cada uno de manera separada (actuaron por lo demás d manera descoordinada) buscaba ensanchar sus fronteras.

Con el triunfo de la primera guerra y el inicio de la Nakba (catástrofe), comienza para los palestinos el despojo y el desarraigo. Frente a esto, Rashid Khalidi afirma que el trauma de 1948 reforzó elementos preexistentes de identidad, sosteniendo y fortaleciendo un yo palestino que ya estaba presente. Así, los acontecimientos de 1948 tuvieron como consecuencia el acercar a los palestinos a pesar de que  estaban físicamente dispersos por todo el Medio Oriente.  Gaza quedó bajo el poder de Egipto y Judea y Samaria bajo Transjordania, pero durante el transcurso de los años no emergió un Estado nacional palestino.

Por su parte, Mahmoud Mi’ari explica que, producto de la derrota de 1948 y la consiguiente fragmentación del pueblo árabe palestino, el proceso de “panarabización” de la lucha árabe en Palestina sólo se intensificó. Continúa señalando que la fragmentada población árabe-palestina comprometió su causa, esto es, la liberación de Palestina, con el Movimiento Nacionalista Árabe que en ese entonces era liderado por Gamal Abdel Nasser de Egipto en las décadas de 1950 y 1960.

Esto se tradujo en que  muchos palestinos se unieron a organizaciones panárabes que enfatizaba que  la unidad árabe constituía el único camino que los podría llevar hacia la victoria en la lucha contra Israel y el colonialismo en general. En relación con el tema de la identidad, Mi’ari señala que no resulta sorprendente que bajo este predominio del panarabismo, la identidad palestina y la identidad musulmana estuvieran ausentes del Pacto Nacional Palestino  de 1964.

Otro tema importante que destaca el mismo autor es que tal identidad no se dio de igual manera en, por ejemplo, Gaza que en Cisjordania. En el caso el primero, Mi’ari, afirma que se logró un impulso de tal identidad, en parte, por el gobierno egipcio, así como también por movimientos y partidos políticos formados en aquel territorio. Por otro lado estaban los árabes palestinos en territorio de Jordania quienes fueron objeto de una política de integración (que el autor califica de simbólica y formal). A pesar de no contar con datos empíricos, Mi’ari sugiere que si a estos palestinos se les hubiese preguntado sobre cuál era su identidad principal, habrían respondido “árabes” o “jordanos”.

Siguiendo a Rashid Khalidi – y como señalé hacia el comienzo de este artículo –  aunque el desafío sionista fue definitivamente relevante en dar forma a la identidad nacional palestina, constituye un grave error sugerir que tal identidad surgió principalmente como respuesta al sionismo. En otras palabras, para Khalidi, si bien el sionismo fue relevante en la formación de la identidad palestina, puesto que representaba el “otro” principal al que se enfrentaron los palestinos, no se debe igualmente ignorar un proceso universal que se estaba desarrollando en el Medio Oriente: la identificación con los nuevos estados creados tras la Primera Guerra Mundial. Así, libaneses, sirios, egipcios, iraquíes y jordanos lograron desarrollar sus respectivas identidades nacionales durante el mismo período, sin que tuviese que existir ese “otro” que representaba el desafío sionista.

Ahora bien, Khalidi añade que, en el caso palestino, esta identificación acontecida en los países anteriormente mencionados fue más compleja debido, en primer lugar, la oposición tanto de Gran Bretaña como del movimiento sionista. Pero existe una segunda razón y es que, desde 1918 hasta 1948, los palestinos habrían demostrado menos capacidad para trascender las rivalidades locales, familiares y políticas. Lo anterior tuvo como consecuencia la incapacidad  para unificar sus esfuerzos contra quienes eran enemigos comunes .

El punto de Khalidi es que una persona puede identificarse como francés, alemán o chileno, pero también puede identificarse con su región, religión, o género dependiendo del contexto. Así, en el caso de los palestinos es normal que se identifique principalmente como árabe en un contexto, como musulmán o cristiano en otro, como habitante de Nablus o de Jaffa en otro, y como palestino en otro contexto.

Frente a la opinión de que la identidad palestina,  – junto con el nacionalismo palestino –  , tiene un origen reciente (década de 1960 con el surgimiento de la OLP) y que, por ende, sería “artificial” y menos “reales” que otros nacionalismos, Khalidi señala que tal es una visión distorsionada. La razón de esto es que niega la compleja génesis de esta identidad a lo largo de muchas décadas y principalmente en el cambio de siglo XIX al XX, de manera que borra la memoria de dos períodos posteriores que fueron decisivos para la configuración de la identidad palestina: los 30 años del mandato británico y lo que el autor denomina como los “años perdidos” entre 1948 y 1964 con el surgimiento de la OLP.

Miembros de la Legión Árabe (1948) https://www.bbc.com/news/newsbeat-44124396

En lo que respecta al “hiato” acontecido post 1948 en lo que se refiere a la manifestación de una identidad palestina, Khalidi explica que esto se explica producto de que la sociedad palestina quedó devastada y desorganizada tras las sucesivas derrotas. Producto de este, desastre, continúa explicando el autor, los palestinos quedaron fragmentados y divididos entre Israel, Jordania y Egipto, lo que significó que fuese difícil para un observador externo identificar una narrativa única y encontrar una suerte de “núcleo” de la identidad palestina.

Otra razón de esta idea de la inexistencia de una identidad palestina, en opinión de Khalidi,  – y que ya mencioné anteriormente –   es que habría pasado a un segundo plano frente a otra potente ideología que era el panarabismo y su gran exponente: Gamal Abdel Nasser (1918-1970). Como explica el autor, la premisa básica de esta ideología es que los árabes constituían un solo pueblo con una sola historia, lengua y cultura, y que su división se debía a maquinaciones del imperialismo. Sin embargo, el autor afirma que entre los palestinos, si bien se veían a sí mismos como árabes, tenemos que parte de su devoción al panarabismo en las décadas de 1950 y 1960 fue instrumental, es decir, fue funcional a un más amplio que era el “regreso” a Palestina.

De acuerdo con Edward Said, gran parte de lo que se puede calificar como autoafirmación palestina constituyó una respuesta a esa afluencia de judíos hacia la región en la década de 1880. Al respecto comenta el autor: “Bajo la sensación constantemente percibida de una invasión extranjera, durante el período de entreguerras los árabes palestinos fueron hundiéndose cada vez más como comunidad”.

Nasser

Tras la Nakba (1948) los palestinos carecían de un territorio y de un Estado, transformándose en refugiados, estatus que continúa hasta nuestros días en Gaza (incluso todavía son denominados “campamentos” vecindarios con edificaciones). Muchos partieron al exilio a países limítrofes e incluso fuera de la región como es el caso de Chile donde arribaron palestinos predominantemente cristianos (y que se remonta desde mediados del siglo XIX). Por ende, y como señala Said, están aquellos palestinos que viven en el exilio y los que viven en el exilio dentro de Israel lo que complica aún más su situación puesto que estamos ante una “comunidad dividida y dispersa sin su propia soberanía territorial, que afronta constantemente la opresión sionista y la indiferencia internacional (…)”. Más adelante añade:

“Cada comunidad palestina debe luchar por mantener su identidad al menos en dos niveles: primero, como palestina respecto al encuentro histórico con el sionismo y la pérdida precipitada de una patria; y segundo, como palestina en el entorno existencial de la vida cotidiana, respondiendo a las presiones del Estado de residencia”.

De acuerdo con el autor, los palestinos del siglo XX no pueden compararse con otros pueblos desposeídos de la historia, puesto que ningún otro pueblo se encuentra tan cargado de múltiples significados. En primer lugar, está su relación con el tema de sionismo, pero también tenemos otros vínculos como con el mundo árabe, el nacionalismo, la lucha anticolonialista y antiimperialista del llamado en ese entonces como “Tercer Mundo”, con el marxismo, el socialismo y el cristianismo. Así para Said lo anterior representa para el palestino “una carga de interpretaciones y una multiplicidad de personalidades que prácticamente no tienen ningún parangón en la moderna historia política o cultural (…)”

https://scenearabia.com/Life/chilestinians-palestine-community-in-chile-lina-meruane-deportivo-palestino

Como señalé anteriormente, un año clave fue 1964 con el surgimiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y la Carta fundacional de junio de 1968. En esta última podemos destacar algunos de sus artículos. El artículo 1 establece que Palestina constituye  la patria del pueblo árabe palestino y que es una parte indivisible de la patria árabe, y el pueblo palestino es una parte integral de la nación árabe. En el artículo 2 podemos leer que Palestina es una unidad territorial indivisible, tomando como referencia  las fronteras que tuvo durante el Mandato británico. El artículo 3 establece que el pueblo árabe palestino tiene el derecho legal a su patria y el derecho a determinar su destino luego de lograr la liberación de su país.

Interesantes resultan ser los artículos 4, 5, 6, y 7 ya que abordan el tema de la identidad palestina. Se explica que la identidad palestina constituye una característica “genuina, esencial e inherente; es transmitida de padres a hijos" (artículo 4) y que la ocupación sionista y la consecuente dispersión del pueblo palestino no significa que estos últimos hayan perdido su identidad palestina y su membresía a la comunidad palestina. En lo que respecta a quienes son palestinos podemos leer que son aquellos árabes que, hasta 1947, “residían normalmente en Palestina indiferentemente a si fueron luego expulsados o han permanecido allí”.

A esto añade: “Todo aquel nacido, luego de esa fecha, de un padre palestino – sea dentro o fuera de Palestina –  también es un palestino”. En relación con los judíos, se establece que solo aquellos que hayan residido normalmente en Palestina hasta el comienzo de la invasión sionista serían  considerados palestinos. Por último, cabe destacar una frase dentro del artículo 7 que establece que existe una comunidad palestina y que tiene “conexiones históricas, espirituales y materiales con Palestina son hechos indiscutibles”.

Artículos complementarios 

1/3-Reflexiones en torno al nacionalismo (por Jan Doxrud)

2/3-Reflexiones en torno al nacionalismo (por Jan Doxrud)

3/3-Reflexiones en torno al nacionalismo (por Jan Doxrud)

1/2-Algunas palabras sobre el concepto de Imperio (por Jan Doxrud)

2/2-Algunas palabras sobre el concepto de Imperio (por Jan Doxrud)

1/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo  la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)

2/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo  la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hahttp://www.libertyk.com/artculocia la paz. (por Jan Doxrud)

3/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo  la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)

4/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo  la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)

5/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo  la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)

6/6- Libro: La guerra del retorno. Cómo  la indulgencia occidental con el sueño palestino ha obstaculizado el camino hacia la paz. (por Jan Doxrud)

Antijudaísmo: ¿de qué estamos hablando? (por Jan Doxrud)