9/39- La Guerra Civil Española . Los Años previos, 1931-1936 (por Jan Doxrud)

9) La Guerra Civil Española . Los Años previos, 1931-1936 (por Jan Doxrud)

Un breve recorrido de la política española: 1833-1931

Como señalé anteriormente realizaré un (muy) breve recorrido de la historia poítica de España para que el lector tenga un panorama de las diversas formas de gobierno por las que atravesó esta nación hasta llegar a la Segunda República, la cual ser vería envuelta en la guerra civil en 1936. 

España atravesó por episodios bélicos como la guerra contra la Francia de Napoleón (guerra de Independencia) que se desarrolló entre 1808 y 1814. También tenemos las llamadas  “guerras carlistas” del siglo XIX. La primera guerra carlista (1833-1839) comenzó con la muerte del rey Fernando VII (1784-1833),  la cual  dio inicio al enfrentamiento entre absolutistas y liberales. Los primeros estaban representados por el hermano de Fernando VII,  “Carlos” Maria Isidro de Borbón (1788-1855), quien se proclamó como el nuevo monarca bajo el nombre de Carlos V. 

En el bando liberal se encontraban los “isabelinos”,  representados por la hija de Fernando VII, Isabel (1830 - 1904),  y su madre y regenta  María Cristina de Borbón (1806-1878). Ahora bien, como señala Stanley Payne en su libro   “En defensa de España. Desmontando mitos y leyendas negras” (2017), Maria Cristina tuvo que hacer numerosas concesiones a los liberales para conseguir su apoyo. Esto  desembocó en la revolución liberal de 1836 y la promulgación de una nueva Constitución en 1837 que sustituía el Estatuto Real de 1834, un texto que pretendió operar como una especie de Constitución, y en donde Maria Cristina traspasó parte de la soberanía real a las instituciones del Estado.

MAPA-GUERRA-CARLISTA.jpg

La contienda involucró a otras potencias –  como el Reino Unido, Francia, el Imperio Austriaco, Imperio Ruso, el Reino de Prusia, – y finalmente terminó con la derrota de los carlistas. Como resultado Isabel II se convirtió en reina. Explica Stanley Payne que bajo su reinado España disfrutó de un sufragio sorprendentemente amplio (teniendo en consideración el nivel de modernización. Ahora bien, el sufragio seguía siendo limitado, pero como también ocurría en los demás países de Europa. 

La Segunda guerra carlista aconteció en Cataluña entre los años 1846 y 1849 y que se debió, entre otras razones, al fracaso de unir en matrimonio a  Isabel II  con su primo, el carlista Carlos Luis de Borbón (hijo de Carlos María Isidro de Borbón). Isabel II logró mantener su reinado hasta que, en 1868, fue derocada por una sublevación cívico-militar que daría inicio al “Sexenio Democrático” que se extendió desde 1868 hasta 1874. 

 Carlos Maria Isidro de Borbón

 Carlos Maria Isidro de Borbón

Esta etapa se destacó por la existencia de un  gobierno provisional (1868-1871)  bajo el cual se redactó y promulgó la  Constitución de 1869.  A este período le siguió el experimento de una Monarquía parlamentaria bajo la cual  reinó Amadeo I (1871-1873).  Ahora bien, cabe precisar que Amadeo era hijo del rey  Victor Manuel II (1820-1878) de Italia y, por lo demás, se habían propuestos otros candidatos como  Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen  (que fracasó por la oposición de Napoleón III). Finalmente Amadeo I abdicaría por conflictos internos lo cual daría inicio a la Primera República española (1873-1874) en donde se abandonó el modelo federal en favor de uno unitario. 

La Primera República (y el Sexenio)  llegaría su fin con el Pronunciamiento de Sagunto (ciudad valenciana) por parte del general  Arsenio Martinez Campo (1831 - 1900),  lo cual significó la restauración de los Borbones en  el trono. Así,  Alfonso XII (hijo de Isabel II) reinó entre 1874 y1885.

Su  hijo Alfonso XIII entre 1886 y 1931, en donde se instauró un dictadura (aceptada por el monarca) bajo el poder de  Miguel Primo de Rivera (1870-1930). Este último personaje, explica Payne, actuó como un dictador “temporal” y fue, técnicamente, el primer dictador en la historia de España. Su objetivo fue resolver los problemas más inmediatos del país, lo implicaba imponer el orden público,  poner fin al terrorismo (declaró ilegal a la CNT), sanear el gobierno y la administración y pacificar el protectorado (Marruecos). 

Alfonso XII

Alfonso XII

Por ejemplo, explica el mismo historiador estadounidense, Primo de Rivera nombró “delegados de Gobierno”, esto es, oficiales encargados de supervisar el buen funcionamiento de la administración pública. En cuanto al tema de Marruecos, el dictador no pretendía prefería un arreglo político en lugar de conquistar todo el territorio. Como explica Payne, el líder rifeño en Marruecos, Abd el-Krim (1882/83-1962)  cometió el error de proclamar la independencia total y atacó una parte del sector francés. Esto tuvo como consecuencia el que el gobierno francés firmara un tratado con España, lo que se tradujo en una ofensiva dual que terminó por derrotar a Abd el-Krim en 1927. Pero sucedió que el campechano y liberal Primo de Rivera cometió el error de perpetuar su dictadura en lugar de, una vez finalizado sus objetivos, dimitir y llamar a nuevas elecciones parlamentarias. En palabras de Stanley Payne::

“Sin embargo, lo que teóricamente solo duraría unos meses se prolongó en el tiempo, y en 1926, conseguida una paz relativa, Primo de Rivera seguía en el poder y, de una manera lenta y bastante torpe, comenzó a elaborar una nueva Constitución, menos liberal y más autoritaria, que no contó con los apoyos suficientes, por lo que tuvo que abandonar el proyecto. Seguramente, si Primo de Rivera hubiera dimitido a tiempo, su imagen en la historia de España habría sido muchos más positiva, ya que, al fin y a la postre, supo solucionar varios entuertos graves”. 

Miguel Primo de Rivera (derecha) junto al hijo de Alfonso XII quien asumiría como monarca bajo el nombre de Alfonso XIII

Miguel Primo de Rivera (derecha) junto al hijo de Alfonso XII quien asumiría como monarca bajo el nombre de Alfonso XIII

Gabriel Jackson  se refiere al dictador español como una persona dotada de gran inteligencia que supo tratar no solamente los problemas de índole militar como era el caso de Marruecos, sino que también los económicos. Así, Miguel Primo de Rivera emprendió programas de obras públicas, fomentó el desarrollo industrial y, a diferencia de Mussolini, respetó las organizaciones obreras socialistas. Sin embargo, Jackson también destaca que en aquella época España perdió la gran libertad intelectual, así como también las libertades parlamentarias que se habían logrado desde 1875. Junto a esto destaca también el aumento de la corrupción y la influencia militar en materia política, y la ineficacia que esto significó en la práctica.