1/5- Friedrich Hayek: Banco Central y Política Monetaria (por Jan Doxrud)

1) Friedrich Hayek: Banco Central y Política Monetaria (por Jan Doxrud)

“El desarrollo de la idea de sustraer al gobierno el monopolio de la emisión de dinero puso de manifiesto unas perspectivas teóricas fascinantes y mostró la posibilidad de adoptar medidas que nunca se habían considerado”

Friedrich Hayek, La Desnacionalización del dinero.

En el presente artículo abordaré las reflexiones económicas del economista e intelectual Friedrich Hayek (1899-1992), con el objetivo de ofrecer una introducción al lector sobre la idea de la libre emisión de moneda. Específicamente me referiré a sus ideas en materia de teoría monetaria tal como las expuso en la década de 1970. De acuerdo a lo anterior, estos artículos se basarán principalmente en la lectura de 3 escritos del autor. El primero es la “Elección de moneda”, basado en un discurso pronunciado en 1975 en Lausana (Suiza) y que fue publicado como un folleto por el Institute of Economic Affairs en 1976. 

El segundo escrito, y el más extenso, es la Nacionalización del Dinero” el cual fue publicado por el Institute of Economic Affairs en 1978. Por último me referiré a la obra titulada “Hacia un Sistema Monetario de Mercado Libre”, el cual fue fruto de una conferencia dictada en la “Gold And Monetary Conference de New Orleans en 1977. Todas estas obras se encuentran reunidas en los “Ensayos de Teoría Monetaria II” que corresponde al volumen VI de las Obras Completas de Hayek” editadas y traducidas al español por Unión Editorial.

Hacia el final del escrito haré una breve referencia a la breve implementación de la banca libre en Chile en la segunda mitad del siglo XIX bajo la influencia del economista liberal francés francés Jean Gustave Courcelle-Seneuil (1813-1892).

Dicho esto, también me gustaría advertir que no me referiré a obras de otros autores sobre el tema, por ejemplo a los escritos de Lawrence H. White, George Selgin o Jesús Huerta de Soto, que profundizan aún más en esta temática. Quizás en algún futuro artículo me referiré con detalle a estas obras. Como señalé, esto es solo una introducción al tema de la “banca libre” tal como lo planteó Hayek, de manera que no incorporará todos los estudios que surgieron desde que el economista austriaco comenzó a desarrollar tales ideas. Como escribe el mismo Selgin en el capítulo 1 de su libro “La libertad de emisión del dinero bancario”, publicado en inglés en 1988, fueron los estudios pioneros de Hayek de la segunda mitad de la década de 1970 los que abrieron la puerta a todo un nuevo campo para la investigación científica 

El tema que plantea Hayek en estos escritos son bastante radicales en lo que respecta a sus consecuencias prácticas. Lo que el economista austriaco se propone es implementar un cambio radical en el sistema monetario imperante. Pero este cambio no se limita a remover las bases del ámbito monetario propiamente tal, puesto que también afecta el sistema político, específicamente, a la soberanía del Estado de gestionar su propia moneda. En términos generales, lo que propone Hayek es la libertad de emisión de moneda e incluso va más allá proponiendo la “desnacionalización” de esta misma. 

Lo anterior vendría a significar, nada más y nada menos, que poner fin al monopolio ejercido por los Bancos Centrales en cada país. Es decir, esta propuesta no propone acabar con los Bancos Centrales, pero sí que estos estén sometidos a la competencia, en este caso, competencia entre monedas. En otras palabras, si en los demás bienes existe una libre competencia, ¿por qué razón no se puede extender la libre competencia al ámbito monetario? ¿Acaso está demostrado que el sistema monetario centralizado es más eficiente? ¿Acaso los argumentos a favor del régimen de monopolio monetario se sustentan más bien en la costumbre y la tradición?

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El lector no familiarizado con estas ideas podría preguntarse por qué razón alguien quisiera implementar tal reforma. Esto es lo que iremos examinando en estos artículos, esto es, la idea de que la competencia monetaria y bancaria traería consigo disciplina a los bancos en lo que se refiere al manejo de su política monetaria. Actualmente las personas tienen escasas posibilidades de castigar al Banco Central por su política monetaria, es decir, poder acudir a otra moneda que tenga una mayor estabilidad en el tiempo y mantenga su poder adquisitivo. Este es un tema que incluso divide a la ya heterogénea familia liberal, puesto que algunos se muestran contrarios a la banca libre, como fue el caso de Milton Friedman.

Tenemos el caso argentino  donde los ciudadanos desde hace años, producto de las políticas del Banco Central, no confían en su moneda y prefieren tener en sus manos dólares (en incluso lingotes de oro). Esto es un hábito que ha molestado al gobierno y el actual presidente Alberto Fernández llegó a afirmar lo siguiente:

“Hay que terminar con cierta cultura argentina de que hay un derecho humano a comprar dólares".

En Argentina, para controlar no solo la inflación sino que también el tipo de cambio, se ha creado un instrumento financiero denominado “Leliq” (Letras de Liquidez). Este es un instrumento de deuda que emite el Banco Central con el objetivo de pedir prestado a cambio de una tasa de interés. Estos instrumentos pueden solamente ser adquiridos por los bancos comerciales, siendo de corto plazo y emitidos todos los días. Como señalé más arriba, esta medida funciona como una suerte de aspiradora para controlar tanto la inflación como el tipo de cambio (teniendo en consideración que las personas valoran más el dólar que su propia moneda). En este caso, tenemos que los argentinos no confían en su moneda y, por lo tanto, prefieren mantener una moneda más estable y con poder adquisitivo

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Pero – y tomando en consideración las palabras de Alberto Fernández –  tenemos que lo que el Presidente de la nación parece querer es privar a los argentinos de la posibilidad de buscar refugio en el dólar. Así, el político argentino no parece percatarse que el problema no son los ciudadanos que prefieren comprar dólares, puesto que eso no es más que una consecuencia de otro problema que radica en el mal manejo de la política monetaria. Por ende a los ciudadanos no se les puede forzar a utilizar una moneda de mala calidad y deben tener la libertad de poder utilizar otras divisas que le den mayor seguridad.

En el caso de la  Unión Europea (UE)  ya no hablamos de un Banco Central nacional, sino que uno de carácter supranacional (Banco Central Europeo), así como la existencia de una moneda continental (el euro). Esta institución, sumada a la idea de una moneda unificada iban en la dirección contraria a las ideas planteadas por Hayek. Ahora último han surgido algunas tensiones entre este organismo (BCE) y los países miembros de la UEHace algunas semanas también fuimos testigos del “impase” entre el Banco Central Europeo (BCE) y el Tribunal Constitucional de Alemania. Este último declaró como inconstitucional la compra de bonos soberanos y corporativos por parte del BCE, (PSPP: Public Sector Purchase Programme) frustrando así la política monetaria expansiva que el BCE tenía planificada implementar. 

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La razón es que esta política iba más allá de lo establecido en los estatutos del BCE y, por lo demás, tal política podría tener repercusiones políticas y fiscales en Alemania (y la política fiscal es manejada por los países mieMbros de la UE). Junto a esto el BCE estaría violando la soberanía nacional de los estados miembros, puesto que tal política implicaría, por ejemplo, rescatar bancos de otros países. Peter Huber, miembro del TC alemán señaló que el BCE debía hacerse responsable de su programa de flexibilización cuantitativa y explicárselos a aquellos que no se han visto beneficiados por este (recordemos el “plan Draghi del 2015).  A esto, Huber añadía que el mensaje del BCE era habitualmente  “homeopático” y que no debería verse a si mismo como “el amo del universo'. Por lo demás dejaba entrever que el BCE, carecía de legitimidad democrática y que  solo era  aceptable como institución si se adhería estrictamente a las responsabilidades que le habían sido asignada.