13/13-Rusia: de la Revolución de Febrero de 1917 a la dictadura de Octubre (por Jan Doxrud)

13/-Rusia: de la Revolución de Febrero de 1917 a la dictadura de Octubre (por Jan Doxrud)

Service también se refiere a lo anteriormente señalado por Pipes, esto es, que los bolcheviques, apoyados por el Comité Militar Revolucionario, ocuparon las oficinas de correos y telégrafos, estaciones de tren y guarniciones del ejército. También tuvo lugar la ocupación del Palacio de Invierno que, como señalé en un comienzo, fue bastante menos glorioso a como lo representó el cineasta y propagandista Serguéi Einsenstein (1898-1948). Como explica Pipes habían 2 o 3 destacamentos defendiendo el Palacio al cual se les unió el “Batallón Femenino de la Muerte” de no más de 140 voluntarias. 

También habían cosacos, unidades de bicicletas y 40 inválidos de guerra liderados por un oficial con piernas ortopédicas. Ante la falta de apoyo, los defensores del Palacio comenzaron a desertar como fue el caso de los cosacos y los junkers, mientras que el batallón femenino permaneció hasta su rendición. La noche del 24 al 25 de octubre se tomaron el Palacios de Ingenieros la cual fue en realidad un entrar y sentarse, mientras los que estaban sentados se pusieron de pie y se fueron: así fue la toma del Estado Mayor.

Pero el poder todavía no les estaba asegurado puesto que quedaba la celebración del Segundo Congreso de los Sóviets en salón de actos del Smolni. De acuerdo a Pipes habrían asistido unos 650 delegados con un claro dominio bolcheviques  que contaban  con 338 delegados y sus aliados, los socialistas revolucionarios de izquierda, que contaban con 98 delegados. 

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Aquí los mencheviques acusaron a los bolcheviques de haber llevado un golpe a espaldas de todos los demás partidos y facciones que representaban. Frente a esto Trotsky recurría a una clásica argumentación bolchevique: denigrar al adversario. Trotsky los trató de “seres lamentables” y de “despojos” cuyo lugar apropiado eran los “montones de basura de la historia”. 

Mientras tanto, Lenin se dedicó a redactar decretos en el apartamento de Bonch-Bruevich, que el Congreso debía ratificar, siendo los 2 principales los relacionados con la paz y la tierra. Cuando se reanudó la sesión del Congreso a las 22.40 apareció Lenin,  recibido con aplausos, para presentar los decretos. El Decreto de Paz, comenta Pipes, no era un acto legislativo sino que un llamamiento a las potencias beligerantes para poner en marcha las negociaciones por una paz democrática sin anexiones, sin compensaciones y que garantizara el derecho a la autodeterminación. En cuanto al Decreto de Tierras, este fue tomado del programa del Partido Socialista Revolucionario con el añadido de 242 mandatos de las comunidades campesinas. 

Aquí los bolcheviques, en realidad la postura de Lenin, dieron un paso hacia atrás, puesto que en lugar de hablar de “nacionalización” de las tierras, se optó por la “socialización”. En otras palabras, no se transferiría la propiedad de la tierra al estado, sino que a las comunas para su uso. Un tercer decreto creaba el Consejo de Comisarios del Pueblo o Sovnarkom en donde Lenin fue presionado para que ocupase la presidencia. Por su parte, Trotsky asumiría como Comisario para Asuntos Exteriores y Stalin, el georgiano, asumió como Comisario para las Nacionaldiades. 

Trotsky

Trotsky

El nombre del nuevo organismo obedecía a la ya mencionada “revolución onomástica”,es decir, Trotsky y Lenin querían evitar utilizar nombres burgueses como “ministerio”. Ahora bien el Sovnarkom, como apunta Robert Service, aún no consolidaba su posición y, por el momento, era el gobierno de un Estado que todavía estaba en formación. El poder de coerción en Petrogrado no estaba consolidado y los guardias rojos no se destacaban por su profesionalismo y disciplina

Quedaba ahora la convocatoria de la Asamblea Constituyente. Como comenta Pipes:

“Los bolcheviques hicieron sus concesiones iniciales a la legalidad solo porque no podían saber qué les depararía el futuro. Tenían que admitir la posibilidad de que Kérenski llegara en algún momento a Petrogrado con tropas, en cuyo caso ellos necesitarían el apoyo de todo el sóviet. Solo se aventuraron a violar abiertamente las normas legales alrededor de una semana después, cuando ya era evidente que no aparecería ninguna expedición punitiva”. 

Si antes era Lenin el que criticaba al Gobierno Provisional de postergar la convocatoria de la Asamblea Constituyente, ahora era él quien que no se mostraba muy de acuerdo con que se convocara. Como relata Robert Service, cuando se realizaron los últimos censos electorales para llevar a cabo las primeras elecciones “más o menos parlamentarias”, los bolcheviques sólo obtuvieron una cuarta parte de los voto, mientras que los socialistas revolucionarios obtuvieron un 37%. 

En palabras de Richard Pipes:

Los resultados, aunque no fueran del todo inesperados, decepcionaron a Lenin. Los campesinos, a quienes había tenido la esperanza de atraer al adoptar el programa de la tierra de los socialistas revolucionarios, no solo no votaron a los bolcheviques, sino que ni siquiera votaron a los socialistas revolucionarios de izquierdas”. 

Lenin hablando. Trotsky abajo a la derecha

Lenin hablando. Trotsky abajo a la derecha

Ahora bien, para fortuna de los bolcheviques, recibieron el apoyo de los marinos, soldados y tropas del frente noroccidental de Petrogrado. Añade Pipes que Lenin se sintió satisfecho por los resultados obtenidos en el centro del país: en las grandes ciudades, las áreas industriales y las guarniciones militares. El Sovnarkom, relata Pipes, intentó posponer indefinidamente la Asamblea Constituyente ante lo cual surgió la Unión para la Defensa de la Asamblea Constituyente, la cual estaba conformada  por representantes del Sóviet de Petrogrado, sindicatos de la ciudad y todos los partidos socialistas, a excepción de los bolcheviques y socialistas revolucionarios de izquierdas. Los bolcheviques continuaron sus hostigamientos asediando la Comisión Electoral ( Vsevibor ) y deteniendo a sus funcionarios.

Comenzó así la persecusión y hostigamiento a todos aquellos que no comulgaba con los bolcheviques, quienes serían simplemente rotulados de “contrarrevolucionarios” o “enemigos del pueblo”. Posteriormente Lenin restó validez a las elecciones dado los acontecimientos que vivía Rusia. Como demuestra Pipes Lenin simplemente hizo lo que sabía hacer mejor, esto es, mentir. Lo que hizo fue inventar un subterfugio para invalidar las elecciones y considerar a la Asamblea Constituyente como antisoviética. Finalmente se permitió que se reuniera bajo una serie de condiciones que no daban garantía alguna para que la Asamblea Constituyente pudiese operar con plena libertad.

La Asamblea Constituyente   se reunió el 5 de enero de 1918 en el Palacio de Tauride. Como nos señala Service, el socialista revolucionario Viktor Chernov atacó a los bolcheviques y defendió su compromiso con la democracia, la paz y la transferencia de tierra al campesinado. Paso seguido se expulsó a la fuerza a los diputados de la Asamblea y las tropas leales al Sovnarkom – los Fusileros Letones – rodearon el palacio. Como señala Service Service: “Las puertas de la Asamblea Constituyente para no abrirse nunca más”. El 8 d enero los bolcheviques celebraron su propia contraasamblea bajo el nombre de “Tercer Congreso de los Soviets”, en donde se reconoció al Sovnarkom como el gobierno legítimo y ya no “provisional”. 

Viktor Chernov

Viktor Chernov

En cuanto a la familia imperial, esta fue asesinada brutalmente en Ekaterimburgo, en la casa de Ipátiev, residencia perteneciente al ingeniero del ejército Nicolás Ipátiev y que fue transformada en prisión. Algunos miembros de la familia, como Alexis, Anastasia, Olga y Tatiana, fueron rematados y pasados por las bayonetas. A una de las criadas, Dividova, que se había salvado gracias a que una almohada había amortiguado le paso de las balas: fue igualmente asesinada por los asesino lituanos. El relato comunista construyó una versión que apuntaba a exonerar a Lenin de la decisión y culpando al Sóviet Regional de los Urales. Es decir, un soviet regional, sin consultar a la autoridad central decidió por cuenta propia asesinar a toda la familia Romanov. Pipes cita las siguientes palabras de Trotsky, en unas memorias de 1935:

“Mi próxima visita a Moscú tuvo lugar cuando Ekaterimburgo había ya caído [i.e., después del 25 de julio]. Hablando con Sverdlov, le pregunté al pasar: «Ah, sí... ¿y dónde está ahora el zar?». «Terminado —replicó—. Fue fusilado.» «¿Y dónde está la familia?» «La familia también.» «¿Toda?», pregunté, aparentemente con un deje de   sorpresa. «Toda —dijo él—, ¿por qué?» Él esperó mi reacción. Yo no respondí. «¿Y quién tomó la decisión?», pregunté. «Lo decidimos aquí. Ilich (Lenin) pensaba que no debíamos dejarle a los Blancos un estandarte viviente, especialmente en las difíciles circunstancias presentes.» Ya no hice más preguntas y di por cerrado el asunto”

Casa Ipátiev en donde fueron asesinados los Romanov

Casa Ipátiev en donde fueron asesinados los Romanov

Así, Pipes afirma que la decisión del asesinato de la familia Romanov no fue hecha por las autoridades de Ekaterimburgo, sino que en Moscú, en una época en la que el régimen bolchevique “sentía que el suelo se movía bajo sus pies y temía seriamente la restauración de la monarquía, una idea que tan solo un año antes hubiera parecido demasiado fantasiosa para considerarla seriamente”.

La hermana de la zarina, Isabel también fue asesinada en Alapáyesvk, junto Sergio Romanov (1869-1918), el poeta Vladimir Paléi (1897-1918), Iván Romanov (1886-1918), Constantino Romanov (1981-1918) e Igor Romanov (1894-1918). 

El hermano del zar, el duque Miguel, fue asesinado junto a su secretario, Nicholas Johnson, cuyos cuerpos fueron quemados en un horno de fundición. La Cheka se preocupó de difundir falsos rumores de un presunto escape del duque o que había sido secuestrado por sectores monárquicos. Incluso en una nota del periódico local  Permskiye Izvestia, se afirmaba que el duque había sido secuestrado por “guardias blancos· y llevado a un destino desconocido junto a su secretario. Pero, como apunta Pipes, Miguel y Nicholas habían sido secuestrados por la Cheka, la cual era liderada por G. I. Miásnikov, un ex cerrajero y revolucionario profesional, presidente del Sóviet de Motivilija. 

Isabel y Sergio

Isabel y Sergio

Iván y Vladimir

Iván y Vladimir

Por su parte la madre de Nicolas II, María (Dagmar de Dinamarca) alcanzó a escapar falleciendo en 1928 en Dinamarca. Igual suerte corrieron las hermanas del zar II, Xenia (1875-1960) y Olga (1882-1960) alcanzaron a escapar de los asesinos bolcheviques. 

Como señala Francisco Jiménez Losantos, León Trotsky, cuya disposición asesina sólo era superada por Lenin, afirmó que la masacre de la familia Romanov  no había sido solamente oportuna, sino que también necesaria. A esto añadía:

“La severidad de este castigo demostró a todo el mundo que seguiríamos luchando de manera inmisericorde, sin reparar en nada. La ejecución de la familia del zar era necesaria no sólo para atemorizar, causar horror e infundir una sensación de desesperanza en el enemigo, sino a la vez para dar una sacudida en nuestras propias filas, para mostrarles que no había retirada, que lo que teníamos por delante era la victoria total o la perdición total”.

María (Dagmar), madre del zar Nicolás

María (Dagmar), madre del zar Nicolás

La maquinaria asesina implantada por Lenin, con la “Cheka, como símbolo del terror (superando a la Ojrana), sería perfeccionada por uno de sus cercanos (Stalin) y cuando la revolución bolchevique ya no tuvo a más burgueses a quien asesinar, torturar o enviar al gulag, comenzó a devorarse, como Saturno, a sus propios hijos. Ni siquiera el sanguinario y cómplice de la dictadura bolchevique,  León Trotsky, se escaparía del piolet en el cráneo que le asestó el agente soviético Ramón Mercader. Así, paradójicamente, los cómplices intelectuales de la dictadura y de los asesinatos como Trotsky, Bujarin, Zinoniev, Kamenev o Radek, fueron finalmente víctimas del propio sistema que ayudaron a construir.

Cerremos con la misma cita de Federico Jiménez Losantos con la que abrimos el primer artículo:

“Lenin funda el primer totalitarismo moderno, que Stalin continúa con éxito pero al que no añade cualitativamente nada, y lo hace en 1917, mucho antes que Mussolini imponga su dictadura (1924) y Hitler su régimen totalitario, aunque pasando por as urnas con más éxito que Lenin (1933). Fascistas u nacionalsocialistas serán rivales, nunca opuestos al comunismo, del que copiaron casi todos los aspectos totalitarios. Los esenciales, todos”.

Familia imperial

Familia imperial

Tatiana, Olga y Anna Vyrubova (amiga y confidente de la zarina)

Tatiana, Olga y Anna Vyrubova (amiga y confidente de la zarina)

Olga, Tatiana y Maria

Olga, Tatiana y Maria