11/11-La crítica Marxista a Piketty (por Jan Doxrud)

La crítica Marxista a Piketty (por Jan Doxrud)

Dicho  esto,  se  comprenderá   entonces   que  Piketty  no ha recibido sólo críticas de sectores de derecha, “neoliberales” y  de   economistas burgueses, sino que también de los economistas marxistas.  Por  ejemplo, David Harvey escribe en un  artículo  que  un  problema central en el argumento de Piketty descansa en su definición errónea que hace del capital. Harvey afirma que el libro de Piketty no trata en absoluto  del capital, ni siquiera explica por qué se produjo la crisis de 2008 y sus consecuencias, así  como  tampoco  la  razón  por  la  cual  Europa   se   encuentra atrapada en las políticas deausteridad.

Harvey[1], fiel a la tradición marxista, afirma que el capital no es una cosa, sino que un  proceso  de  circulación en el cual el dinero se utiliza para crear más dinero,  M  –  D  –  M’. Lo  anterior  se  logra  usualmente,  aunque no   de   manera  exclusiva,  por medio de la explotación de la fuerza de trabajo.  Por  lo  tanto  Harvey no  concuerda con Piketty, quien define el capital  como  el  stock  de  todos los valores que son propiedad privada de los individuos,  corporaciones  y  gobiernos, y  que pueden servir para el comercio en el mercado, sin importar si estos valores están siendo  utilizados  o  no. De  acuerdo a Harvey, el dinero, la propiedad inmobiliaria, las fábricas  y máquinas  que  no  se  utilizan de forma productiva no son capital.

En  relación  a  r > g, Harvey  considera  que  no  explica casi nada en relación a las causas de las desigualdades y difícilmente puede considerarse como una ley. Por lo demás no explica la causa de esta gran contradicción. De acuerdo a Harvey, Marx habría atribuido  la existencia de dicha ley al desequilibrio de poder entre capital y trabajo.  Para el autor la causa se encuentra en el declive constante  en  la  participación  del  trabajo   en   la   renta  nacional.  Este  fenómeno   se   viene observando  desde  la  década  de  1970  y  principalmente, con el advenimiento de losgobiernos de Reagan   y   Thatcher.  En  cuanto  a  las   soluciones  que ofrece Piketty   para   disminuir   las desigualdades, Harvey las considera inocentes, si no utópicas.

Otro economista marxistas, el académico argentino Rolando Astarita, también señala que Piketty poco   tiene   que   ver   con  Marx.   En  primer  lugar, para  estos  economistas, Piketty  es  parte de  la  ortodoxia  económica  y  como  tal, propone   una  explicación  neoclásica  ortodoxa  de   la economía, de las desigualdades y de la distribución. Otra crítica ligada a la anterior es que,  en  la exposición de Piketty, las  contradicciones de  clases y  el  fenómeno  de  la  explotación  quedan ocultas   bajo   explicaciones   de   tipo   técnico,  por   la   productividad marginal del capital o la sustitución de factores.

David Harvey

David Harvey

El sociólogo  y  economista  español,  Vicenç  Navarro[2] escribe  que  el  crecimiento de estos beneficios del sector de la economía productiva  no se ha basado en el crecimiento de las ventas ni  en  el  aumento  de  los  precios,  sino  en  la  enorme reducción de los costes de producción, y muy en especial del precio del trabajo, y este es  un tema sobre el cual Piketty guarda silencio. El punto débil del libro, de acuerdo a Navarro, es  que parece no percibir que no se puede entender el mundo del capital sin entender el mundo del trabajo ni tampoco cómo estos dos se relacionan entre ellos. Navarro añade que Piketty  guarda silencio s obre otros temas como el control público del capital, y por ende, la necesidad de su nacionalización y la necesidad de incrementar las rentas del trabajo.

De  esta  manera  tenemos que el trabajo de Piketty carece del radicalismo de El Capital de Marx, donde   el   autor   alemán  cuestionaba  el   sistema  económico   mismo   por   construirse  sobre  la  base  de  la  explotación  de  los  trabajadores  y  en  la  apropiación   de  la plusvalía por parte de los empresarios. Como explica Astarita, el mensaje central de Marx, y que no está presente en Piketty, es  que   la   sociedad   moderna  se  fundamenta  en  la  explotación  del  trabajo  y  esto permanece al  margen  de que aumente o no la desigualdad del ingreso. En Piketty el proceso de acumulación no revela su verdadero carácter que es el de ser contradictorio y en donde operan tendencias y contratendencias.

El eje  de Marx es la teoría de la explotación, es decir, la tendencia al aumento de la brecha en las desigualdades, que es  un efecto de esa explotación. Al igual que Harvey y los marxistas en general, Astarita no concuerda con el concepto de capital de Piketty, concepto que se opone  completamente al de Marx, quien lo concebía como una relación social. Continúa  explicando  el  economista  argentino  que, de  acuerdo  a esta   concepción,  el  capital no   s erían  más  que  “cosas” como  por ejemplo,  máquinas, tierra,  activos   financieros,   dinero, yacimientos mineros, etc.

Tales “cosas” quedan agrupadas bajo “K”, el cual rendiría ganancias, rentas, intereses, dividendos e ingresos en distintas formas. El capital de Piketty tiene rendimientos porque es productivo y su tasa  de  rentabilidad viene  a  coincidir con su productividad marginal, de manera que “K” pasa a ser una fuente autónoma de plusvalía,  que  genera  valor y  ganancia al  margen del trabajo y con independencia de este. El “K” de  Piketty, como  el  de  la  economía neoclásica, está   totalmente vaciado  de  su  contenido  histórico, es  una concepción ahistórica y asocial. Esto lo lleva además a pasar por  alto  las  particularidades  de  cada período histórico y a establecer que sus leyes son válidas  para  todos  los  períodos,  es  decir,  son leyes de tipo ahistóricas.

Piketty también ignora la  importancia  que da Marx a la tasa de plusvalía  como  elemento   fundamental  dentro  de  su enfoque. Por   lo   demás  la  tasa  de  beneficio  G’ o r, depende  de la tasa de plusvalía pv’ lo cual explica el porqué  los  capitalistas  intentan aumentar  pv’  para  de  esa  manera aumentar su tasa de beneficio, y  así  también  terminan por afectar la distribución del ingreso. Este enfoque, señala Astarita,  revela   que   el   conflicto   social   es   algo  inherente  a  la  naturaleza   del  beneficio y de la participación relativa del capital y el trabajo en el ingreso o en la riqueza.

[1] David Harvey, “Algunas ideas sobre Piketty, Marxismo Crítico, 21 de mayo de 2014 (artículo en línea: http://marxismocritico.com/2014/05/21/algunas-ideas-sobre-piketty-david-harvey/)

[2] Vicenç Navarro, El porqué de las desigualdades: una crítica del libro de Thomas Piketty “Capital in the Twenty-First Century”, 15 de mayo de 2014 (artículo en línea: http://www.vnavarro.org/?p=10830